Narra Vanesa
- ¿Pero? -
Miré a Mónica impaciente, ella me observaba divertida.
- ¿Unas llaves? -
- Unas llaves - respondió asintiendo con la cabeza.
Las miré detenidamente intentando encontrar alguna inscripción o alguna pista que me ayudara a entender el regalo.
- Me rindo. ¿Qué abren estas llaves? - pregunté ilusionada.
- ¿Mi corazón? -
Solté una carcajada.
- No, en serio, me muero de intriga -
Ella me miró sonriendo durante un rato.
- ¿Recuerdas aquel ático en la Latina? ¿Ese que siempre miras embobada cuando pasamos por la zona? -
- Estás de broma - me puse seria de golpe. No podía ser.
- No estoy de broma - dijo con la mayor de sus sonrisas.
- Espera, espera,... he llamado varias veces y siempre me dijeron que no estaba en venta -
- Bueno, una tiene sus trucos, sus encantos,... -
- Estás de broma -
- ¿Por qué esa cara tan seria? ¿no te gusta el regalo?-
- No, no es eso,... es solo que estoy en shock -
- Sé que te mueres de ganas de volver a vivir en el centro, Vane - dijo sonriendo de forma dulce.
Me la quedé mirando unos segundos. Tenía razón, echaba demasiado de menos vivir en esa zona. Yo no soy el tipo de persona que disfruta viviendo en las afueras, yo necesito jaleo, gente, bajar y tener restaurantes, bares,... vida. Pero a Mónica le gusta la tranquilidad que se respira al alejarte de la ciudad, y estaba dispuesta a sacrificarme por ella. Ya me había incluso acostumbrado.
- Pero Mónica, a ti te encanta que vivamos aquí, alejadas de todo -
- Pero me encanta mucho más verte feliz -
Me quedé sin palabras. Nos quedamos mirando unos segundos a los ojos, pero acto seguido me lancé sobre ella y empecé a besarla por toda la cara.
- Dios Mónica, te quiero - beso - te quiero - beso - te quiero - otro beso... así hasta que las dos empezamos a reír sin control.
- ¿Pero entonces? - pregunté volviendo a ponerme seria, aunque sin poder ocultar una sonrisa enorme de felicidad - ¿nos mudamos al centro? -
- Nos mudamos al centro -
- ¿Al ático de mis sueños? -
- Al ático de tus sueños -
- ¿Con la mujer de mis sueños? -
Ella se puso a reír.
- Pues espero que esa sea yo, mira que si ahora decides mudarte con otra... -
Reí y volví a besarla, pero esta vez le di uno de esos besos intensos que conseguían dejarnos atontadas. Por primera vez en mi vida no era capaz de expresar con palabras lo que sentía en ese momento, así que opté por que mis besos actuaran por mí.
Después de un buen rato besándonos, me separé de ella, tenía demasiadas preguntas.
- ¿Pero? ¿el piso ya es nuestro? ¿cuándo podremos entrar? ¿ya has firmado? ¿nos lo podemos permitir?-
Mónica se partió de la risa - a ver, una a una, que me vas a volver loca - decía entre risas.
- Ya di la entrada, así que la compra está cerrada. Yo ya firmé, ahora solo falta que vayamos un día de esta semana y lo hagas tú también, de esa manera será nuestro - dijo con una enorme sonrisa - podríamos entrar si quisiéramos el mes que viene, pero creo que deberíamos hacer alguna reforma, nada demasiado importante, así que yo cuento que antes de la boda ya estará todo listo. ¿Y si nos lo podemos permitir? bueno, nos va a quedar una hipoteca importante, pero entre las dos no tendremos el más mínimo problema -
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Menuda historia la nuestra
FanfikceLa historia de Vanesa y Mónica... bueno, MI historia Vanica