Menuda historia la nuestra

Conversaciones pendientes

Narra Vanesa

- Vanesa, ¿podemos hablar? -

Al entrar Malú tan seria en el camerino, tanto Ana como Sole se me quedaron mirando extrañadas.

- Sí, claro... - respondí - chicas, ¿me dejáis un momento? -

- Claro, vamos a tomar un café y volvemos en un rato - dijo rápido Ana y cogió del brazo a Sole para salir por la puerta y dejarnos solas.

- Tú dirás - dije mientras me sentaba en el sofá y la invitaba a hacer lo mismo.

- ¿Puedo ser sincera contigo, Vane? - dijo después de un incómodo silencio.

- Sí, claro -

- Llevas una temporada sorprendiéndome. Hablas abiertamente de tu pareja, cuelgas fotos, te casas en Las Vegas,... y ahora, ¿vas a tener un bebé? - seguía seria.

- ¿Y todo esto te parece mal? - pregunté.

- Me parece forzado - dijo mirándome intensamente a los ojos.

- ¿Forzado? - pregunté extrañada.

- Forzado, sí. Supongo que te has hartado de esconder lo que eres y que quieres recuperar el tiempo perdido... pero no sé, no te pega, no es tu estilo -

- Vaya, ¿y cuál es mi estilo? - estaba empezando a molestarme un poco su actitud - ¿citas a escondidas? ¿cuidar mis palabras hasta la locura para que nunca me comprometan? ¿secretos y mentiras? ... todo eso ya lo probé contigo, no funcionó -

- Pensaba que las dos estábamos de acuerdo en ese momento, ya sabes que no nos hubiera beneficiado a ninguna de las dos -

La miré unos segundos negando con la cabeza.

- Fui una estúpida, ahora lo sé, y la vida va de otra cosa. Si te lanzaras alguna vez alucinarías, las cosas son mucho más fáciles, créeme. Y la libertad da felicidad, mucha felicidad -

- Yo soy feliz. Tengo mi carrera, una buena reputación, mi hija y a Albert -

- Es curioso el orden - dije sonriendo de forma sarcástica - y está claro que hemos ido por diferentes caminos. Si te definiera mi vida, el orden de los factores sería totalmente opuesto -

- Déjate de chorradas, Vane. Te conozco y te sigue importando el qué dirán. Eres como yo, tu carrera siempre será lo primero -

La miré ahora con un poco de pena. Yo también era así hace unos años... pero cambié. Ella sin embargo se había quedado exactamente en el mismo punto.

- Ya no me conoces, Malú. Soy una persona totalmente diferente a la que encandilaste hace diez años -

- La gente no cambia -

- Puede ser... pero cambian las circunstancias. Y eso es lo que nos acaba definiendo, cómo actúas ante ellas -

Me miró extrañada.

- ¿Me estás diciendo que Vanesa Martín ha decidido poner su vida personal por delante de su carrera? -

- Hace ya mucho que lo decidí. Creo que desde el momento en el que tú y yo rompimos -

- Y ahora vas a montar una familia, mujer y niño incluido. Quién te ha visto y quién te ve, Vanesa - rió de forma irónica - no pensé que ibas tan en serio con esa presentadora, la verdad. Tú tan intensa, tan poeta. Y ella tan... ¿cara bonita?... ¿ya habéis encontrado algún tema de conversación para cuando salís de la cama? -

- Presentadora de cara bonita... - ahora fui yo la que reí irónica - pues sí, es presentadora y tiene la cara preciosa, no te lo voy a negar. Y también es escritora, por cierto... y mil cosas más que nos dejan a ti y a mí a la altura del betún - sonreí - es maravillosa, Malú... y soy muy consciente de que me ha tocado la lotería con ella... pero por algún motivo que no logro entender se ha enamorado de mí. Algo muy bueno tuve que hacer en otra vida - volví a reír - pero hace tiempo que decidí disfrutar las cosas buenas que me pasan, y ella es lo mejor que me ha pasado. Por primera vez soy completamente feliz -