La boda

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Narra Mónica

Y por fin llegó el día de la boda. El tobillo casi no me dolía, así que era justo reconocer que fue una buena idea no forzarlo la noche anterior y celebrar la cena previa en silla de ruedas... a pesar de todas las bromas de mi futura mujer. En ese momento mi máxima preocupación era que el día se mantuviera y no empezaran las tormentas. El cielo estaba tapado pero de momento ni rastro de lluvia.

- Moni, nada de hablar con Vanesa, da mala suerte - me dijo mi madre al ver cómo sonaba mi teléfono móvil.

- No es ella, mamá, es... Patri - dije mintiendo vilmente y dirigiéndome a la terraza para hablar tranquilamente con ella.

- Hola futura mujer - contesté una vez me quedé sola.

- ¡Horas! ¡Solo nos quedan horas! -

- ¿Y sigues sin arrepentirte? -

- Nah, conseguí engañarte a ti, demasiado trabajo empezar ahora con otra -

- Espero que esos nos sean tus votos para esta noche, Martín -

Vanesa soltó una carcajada.

- Bueno, va, pensaré otra cosa entonces -

- Me muero por verte - susurré tras unos segundos de silencio.

- Yo esta noche he dormido fatal. Te he echado demasiado de menos -

- Creo que vamos a batir algún récord moñas, Vane - dije riendo y haciendo que ella riera también.

- Es el día de nuestra boda, se nos permite ser todo lo moñas que queramos, Mónica -

Sonreí. Tenía razón. Era el día de nuestra boda.

- Parece que no llueve... -

- ¡Shhh! ¡Nada de hablar del tiempo, Vane! ¡Que se gafa! -

- Más mala suerte ya no podemos tener, no te preocupes por eso -

- Déjate, déjate... que parece que el universo no para de lanzarnos señales -

- Que lance todas las señales que quiera, Mónica, no me importa. Esta noche voy a casarme contigo-

- Y yo contigo - susurré.

- "Vanesa, ¡cuelga el teléfono! No puedes hablar con Mónica" - escuché que gritaba Toñi y Vanesa se moría de la risa mientras le decía que estaba hablando con su amante.

- Monica, voy a tener que dejarte. Cuando la Toñi se pone así me da mucho miedo - dijo entre risas.

- Sí, mi madre también empieza a sospechar-

- ¿Nos vemos esta tarde? -

- Seré la que lleva el vestido blanco -

- ¿Blanco? Mónica, tía, que yo también voy con un vestido blanco. No hay cosa que odie más que ir a una fiesta y que alguien lleve un vestido como el mío... -

Solté una carcajada.

- Te quiero, Martín - susurré

- Y yo a ti, Carrillo -

Narra Vanesa

Después de pasarme todo el día preparándome, peluquería, maquillaje,... por fin estaba lista. No había sido fácil encontrar un vestido que me gustara y disimulara mi barriga de casi 6 meses. Y no es que necesitara esconderlo, todos conocían mi estado. Pero era mi boda y me apetecía sentirme guapa... y lo conseguí. Me diseñaron un vestido sencillo y elegante, con una falda generosa que me permitía moverme cómoda y a la vez disimular bastante la barriga. Así que, una vez todo listo, me dirigí junto a mi familia a la finca. De momento no llovía, pero el cielo seguía oscuro.

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