Narra Vanesa
- ¡Dios, mis sobrinos! -
Me desperté de golpe.
- ¿Tus sobrinos? -
- Me olvidé completamente - dijo mientra nos quitaba la manta que nos tapaba y se levantaba - les prometí que como hoy era festivo y no tenían cole pasaríamos el día juntos... ¡va, levántate tú también!-
Vi como iba a directa a la puerta.
- Ehhh, Mónica, cariño... -
Se giró, yo abrí mucho los ojos y la miré divertida.
- ¿Qué pasa? - preguntó extrañada.
- ¿No te olvidas de algo? - me estaba aguantando la risa.
- ¿De qué me hablas, Vane? -
- De que estás completamente desnuda -
Bajo la vista para mirar su cuerpo y reaccionó.
- ¡Joder! -
Yo me moría de la risa. El timbre seguía sonando y no podía parar de reír. La cara de Mónica era demasiado cómica.
- ¿Pero cómo no me avisas? - dijo histérica mientras subía las escaleras hacia la habitación.
- ¡Pero si te acabo de avisar! -
- Vanesa, sube a ponerte algo de ropa. ¡Ya! -
- ¿Y no puedo seguir viéndote correr desnuda por la casa? -
- ¡Vanesa Martín! - me gritó desde arriba de las escaleras muy seria y apuntándome con el dedo.
- Voooooy -
No había llegado a la habitación cuando Mónica ya salía corriendo, ahora ya completamente vestida. Una pena.
Entré al baño para asearme un poco y en segundos oí los gritos de los sobrinos.
- ¡Titaaaaaa! -
Sonreí mientras me lavaba la cara. Esos enanos tenían verdadera devoción por Mónica y a mí eso me encantaba. Salí del baño, me puse ropa cómoda y volví al salón, donde me esperaban varios miembros de la familia Carrillo.
- ¡Vane! - gritaron los pequeños al verme.
- Aquí están mis enanos favoritos - me acerqué y ellos vinieron corriendo a darme un abrazo.
Levanté la vista hacia Mónica, que me miraba con una sonrisa boba, y le guiñé un ojo.
Le di dos besos a Jesús a forma de saludo pero nos dijo que tenía que irse ya. En las últimas semanas había conocido a una chica a través de un compañero de Mónica de la tele y estaban empezando a salir, así que hoy estaba más que feliz de dejarnos a los críos y poder pasar el día con ella.
-Mil gracias, chicas. Mañana a primera hora vengo a recogerlos, seré muy puntual -
- Diviértete, hermanito - le dijo Mónica dándole un beso y despidiéndole.
- Hasta mañana, Jesús - dije yo despidiéndome también.
- Álex, Vega, ¿por qué no subís a la habitación y dejáis vuestras mochilas? - propuso Mónica.
Los dos pequeños asintieron a su tía y fueron hacia las escaleras. Pero antes de subir, Álex se giro y volvió hacia nosotras.
- Vane... -
- Dime -
- Estos días he estado ensayando canciones con la guitarra... ¿te las podré enseñar? - me preguntó ilusionado.
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Menuda historia la nuestra
FanfictionLa historia de Vanesa y Mónica... bueno, MI historia Vanica