Menuda historia la nuestra

Noche de premios y sorpresas

Narra Vanesa

- También te digo que menudo disgusto le has dado a miles de hombres de este país -

- ¿A qué te refieres? -

No entres ahí, Mónica, no entres...

- Ya sabes, lo de ir con mujeres. ¿Tú estás segura de eso? - preguntó Pablo riendo.

¿Pero? ¿En serio le acababa de preguntar eso?

La expresión de Mónica cambió radicalmente y apuesto a que Matías le estaba tocando la pierna por debajo de la mesa para calmarla.

- ¿"Ir con mujeres", Pablo? - le preguntó irónica con una ceja levantada - voy con una mujer, sí, mi pareja... ¿Me está preguntando si estoy segura de estar con mi pareja? ¿me preguntarías lo mismo si mi pareja fuera hombre? -

- No, Mónica, no quería decir eso, claro que no... -

- Pensé en hacer un sondeo público entre hombres, para saber su opinión. Pero como Matías y mi sobrino Álex de 10 años me dieron su visto bueno, lo dejé correr -

Adoro a esta mujer.

- En ningún momento he querido ofenderte, eso por descontado, y si ha sido así discúlpame, Mónica... simplemente bromeaba con el hecho de que al ser una mujer tan deseada, le habrás dado un disgusto a miles de hombres -

- Y a miles de mujeres, Pablo - intervino Matías - porque el supuesto disgusto era en relación a su no soltería, ¿verdad? -

Adoro a este hombre.

- Por supuesto - dijo Pablo haciéndose cada vez más pequeño - simplemente reitero mi felicitación por ese gran discurso, Mónica -

- Y yo te lo agradezco. Desde el pasado jueves estoy recibiendo mensajes muy bonitos relacionados con ese discurso. Y gente joven me están haciendo llegar historias preciosas de cómo unas simples palabras en público les ha ayudado a dar un paso adelante... -

- Solo por eso ya ha valido la pena - dijo Matías sonriendo a Mónica.

- Desde luego - le devolvió la sonrisa - una mujer un poco loca pero muy sabia me dijo el otro día que quién le tenga miedo al amor y a la libertad, se tiene miedo a sí mismo... si puedo ayudar un poquito a que todo sea más fácil, desde luego que habrá valido la pena -

El público interrumpió con un fortísimo aplauso que duró un buen rato.

Matías le cogió la mano a Mónica y ésta sonrió. Jaque mate al enano cabrón.

Al acabar la ovación a mi chica, cambiaron de tema y desde ese momento la entrevista fue suave como la seda. Hablaron de la última novela de Mónica y el noticiario que compartían junto a Matías. Volvieron las risas y las hormigas tomaron el relevo, acabando así la entrevista con juegos simpáticos y sin volver en ningún momento a polémicas innecesarias.

Narra Mónica

No fue la entrevista más fácil y cómoda de mi vida, pero si de la que me siento más orgullosa. Al finalizar y cuando ya estábamos fuera de cámara vino Pablo a despedirse de Matías y de mí.

- Mónica, déjame que me disculpe de nuevo. No quise ofenderte en ningún momento, de verdad-

- Disculpas aceptadas, Pablo. Pero ten más cuidado la próxima vez. Hay bromas que no ayudan, ya sabes-

- No te preocupes que no me voy a ir de rositas. Aún no he visto twitter pero apuesto a que mi broma me habrá llevado a ser trending topic, y no para bien - dijo con una sonrisa temerosa.