Enana chivata

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Narra Vanesa

- ¡Vanesa Martín! ¡Pero si eres Vanesa Martín! -

Ahí estaba yo, en Alicante, a punto de besarme con Mónica Carrillo y con su madre gritando mi nombre cual fan quinceañera. ¿Cómo había llegado a esta situación tan loca? pues como todas las ideas locas de mi vida: después de una conversación con mi amiga Ana.

Esta mañana volé a Sevilla. A mediodía tuve las firmas del nuevo libro y una idea loca (otra) no se iba de mi cabeza: volar por la tarde a Alicante y ver a Mónica.

- Ana, ¿sería posible adelantar un poco las firmas y las entrevistas ... digamos, para que, ... no sé, a las 6, por decir una hora,... haber acabado? - le dije a Ana fingiendo despreocupación.

- ¿Qué tienes tú que hacer a las 6 de la tarde? Hasta mañana no tenemos que volar a Valencia. ¿Has quedado con alguien? - me preguntó curiosa

- No exactamente, pero me iría muy bien acabar a las 6 -

- No me has respondido, ¿qué tienes que hacer? - me volvió a preguntar sonriendo.

- Cosas -

- ¿Qué cosas? - me preguntó ahora ya casi riendo

- Pues eso, cosas mías - ni la miraba.

- Tú lo que quieres es ir a ver a Mónica pero no sabes cómo decírmelo -

- No es eso... bueno sí, sí es eso... ¿crees que es una locura? -

- ¡Sí que te ha dado fuerte, tía! pues no creo que sea una locura, nada que no hayas hecho ya antes - me miró con cariño - me gusta Mónica para ti.

- Ey, ey, ¡para, para! Mónica y yo no tenemos nada, ni siquiera sé si me gusta... bueno, sí, gustarme me gusta, pero no sé si quiero ir más allá.-

- Entonces solo quieres ir a verla -

- Exacto -

- Para poder acostarte con ella. -

- Exacto...¡No! ¡Claro que no es eso! - mi amiga me miró detenidamente abriendo mucho los ojos y volviendo a sonreír - a ver, tampoco estaría en contra de la idea hipotética de pasar la noche con ella - le dije riendo - pero no, ese no es el principal motivo. Me apetece verla y hoy es un día muy importante para ella -

- Le han dado un premio y tú esta noche quieres darle otro - me dijo riendo

- ¡Ana! - le recriminé, aunque yo tampoco pude evitar reír.

- Vale, ya paro con las bromas. A ver, si tan importante es para ti...

- ¡Lo es, lo es! - le dije poniendo cara de pena

- ... digo que si tan importante es para ti, puedo hablar con la organización de la firma y adelantarlo una hora. Total, desde primera hora de la mañana ya había gente haciendo cola. Y así a las 6 habremos acabado con todo y te puedes ir a ver a tu amada -

- ¿Sabes que te quiero mucho, verdad? pero mucho mucho - le dije sin poder ocultar mi felicidad y lanzándome a darle besos por toda la cara.

- Anda, aparta zalamera - dijo riendo

- Ana, otra cosa más, ¿tú no tendrás el teléfono de Bea? necesito información sobre dónde va a estar esta noche la familia de Mónica.

- Puede que sí lo tenga... - me dijo ella bajando la cabeza.

- Y puede que tengas algo que contarme, ¿también? - le dije con cara pícara.

- Vamos vamos, mientras antes lleguemos, antes te podrás ir - dijo Ana intentando que cambiara de tema.

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