Capítulo Especial: Camarón

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Nunca conté cómo llegó este personajillo a la vida de nuestras protagonistas.

Ha llegado el momento :)

Espero que no os importe que vuelva abrir esta historia por un día.

¡Un abrazo fuerte!

Narra Vanesa

- Solo llevamos quince días separadas, Vane, no me seas tan dramática - me decía Mónica muy divertida desde el otro lado del teléfono por videollamada.

- Estamos a casi 10.000 kilómetros de distancia, Mónica. Llevamos un millón de días sin vernos, faltan mogollón de millones de días más para que vuelva a Madrid, te niegas a volver a intentar lo del sexo online... ¡¿y me pides que no sea tan dramática?! -

Mónica se moría de la risa y yo hacía esfuerzos para que no se me escapara a mí también.

- Estás tan guapa cuando te indignas... -

- ¡Mónica! -

- ¡¿Qué?! - preguntó de nuevo riendo.

- Que no me pongas esa cara -

- ¿Pero qué cara pongo? -

- ¡Esa! - dije señalándola con el dedo, de nuevo muy indignada - cuando pones esa cara no puedo pensar en otra cosa que no sea besarte, ¡y estamos a casi 10.000 kilómetros de distancia!-

Mónica volvió a reír a carcajadas y esta vez yo también me uní a ella.

- Hagamos una cosa, Vane. Se acabó lo de ir a grabar tan lejos. La próxima vez te quedas aquí, que está lleno de estudios y productores buenos... y si no, lo montamos bien y me voy yo contigo, que siempre me ha encantado California -

- Te podrías venir ahora - dije con mi estudiadísima cara de pena.

- Ya sabes que no puedo, cariño. Este fin de semana trabajo y tengo que guardar días de vacaciones para cuando empieces la gira-

- Bueno -

Mónica rió y me miró con muchísima ternura.

- Hagamos una cosa, Vane. Establezcamos una ley -

- ¿Una ley? ¿Como las mías? -

- Sí, exactamente como las tuyas: ¡una ley inventada!-

Solté una carcajada y ella también rió.

- No, en serio, Vane. Tenemos que establecer los días máximos que podemos estar separadas, pongamos un límite. Y hagamos lo posible siempre, organizándolo bien, para que así nunca lo superemos. ¿Qué te parece?-

- La mejor ley del mundo - dije con una enorme sonrisa.

- ¿Mejor que la ley de los días de conciertos? - me preguntó muy pilla.

- La segunda mejor ley del mundo -

Y volvió a reír a carcajadas.

- No tienes remedio, Martín -

La miré sonriendo durante unos segundos y ella dejó de reír.

- Cinco días - dije muy seria.

- Eso no es realista, Vane. Con tu trabajo es imposible que no pasemos nunca más de cinco días separadas... para que funcione tiene que ser realista -

- ¿No te parece muchísisisimo tiempo sin verme?-

- ¿Cinco días? dependiendo de la ocasión y con el trabajo que das, puede parecerme hasta poco-

- ¡Oye! - exclamé totalmente escandalizada provocando de nuevo su risa.

- No te enfades, tonta. Si ya sabes que me encanta estar siempre contigo... que te mudaras tan pronto ha sido una de nuestras mejores ideas -

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