Tokyo

4.4K 142 48
                                    

Narra Mónica

Pasamos una maravillosa semana en Maldivas y fue tal y como Vanesa presagió: sexo y mar. Tampoco es que pudiéramos hacer mucho más que eso, pero no tenía ninguna queja. Alquilamos una hermosa villa sobre el mar y creo que es lo más cerca que estaré jamás del paraíso.

- Voy a echar de menos nuestra casita sobre el mar - le dije a Vanesa cuando nos sentamos en los asientos de primera clase del avión que nos llevaría a Tokyo.

- Podría haberme quedado allí el resto de mi vida - me dijo ella mientras se abrochaba el cinturón de seguridad - bañándome en ese agua, comiendo esas frutas maravillosas, haciéndote el amor día y noche,... ¿por qué nos hemos ido? - dijo soltando una carcajada.

- Y eso que no probaste los cocktails que me preparaban... -

- Eso ha sido un poco cruel por tu parte - dijo poniéndose seria de golpe - los próximos críos los tienes tú -

- ¿Próximos?, ¿pero cuántos niños quieres tener? - le pregunté divertida.

- ¡Familia numerosa! - respondió abriendo mucho los ojos y haciéndome reír.

- Bueno, veamos cómo nos arreglamos con Lucas y ya luego si eso tomamos decisiones... que me tienes loca, un día me vienes con el drama de que no vas a saber cuidar a tu hijo y al siguiente quieres montar una banda familiar... -

- ¡Ay sí! ¡La Kelly Family a la española! ¿Te acuerdos de ellos? -

- Sí, me acuerdo perfectamente - dije riendo - y no, eso no va a suceder -

- Siempre cortando mis alas, Carrillo -

- Alguien tiene que poner la cordura en esta familia, Martín -

Vanesa dejo de reír y me miró feliz.

- Familia - dijo sobre mis labios - me encanta -

Y justo cuando juntamos nuestros labios para besarnos el comandante comenzó su discurso habitual por el altavoz del avión.

- Vane, mírame que te cuento el plan de Japón, así te distraigo en el despegue -

- Tienes que mejorar la sutileza en tus distracciones, Mónica. Si me lo dices de forma tan clara, soy consciente de que me quieres distraer y no funciona igual -

- Mira, corazón, ya son demasiados vuelos contigo y las ideas se me agotan. En cuanto dejes de estar embarazada optaré por lo que mejor se me da para tenerte calmada y tranquila -

- ¿Sexo en el baño? - preguntó ilusionada.

- ¡Drogarte! - respondí muerta de la risa.

Vanesa me miró achicando los ojos y fingiendo indignación pero accedió a que le contara el plan de viaje. Hacía ya varios años que deseaba ir a Japón, y como solo estaríamos una semana, lo tenía todo organizado para poder visitar al menos lo esencial.

Narra Vanesa

Tras más de seis horas de vuelo, una parada en Hong Kong de un par de horas, y casi cinco horas de vuelo más, llegamos por fin a Narita, el aeropuerto principal de Tokyo.

Allí nos esperaba un simpático chófer que sostenía en sus manos un cartel con nuestros nombres. Nos saludamos y nos llevó hasta nuestro hotel, el Park Hyatt.

- Me siento como Scarlett Johansson en la película - dijo Mónica sonriendo al llegar a nuestro destino.

- ¿Eso me convierte a mí en Bill Murray? - pregunté divertida.

- Nah, tú toleras mucho peor el whisky - replicó y ambas nos pusimos a reír.

Después de hacer el check-in en ese majestuoso hotel, otro chico muy simpático cogió nuestro equipaje y nos acompañó hasta nuestra habitación.

Menuda historia la nuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora