Menuda historia la nuestra

La ley

Narra Vanesa

- ¿De verdad? - pregunté ilusionada, no pensé que sería tan fácil.

Se me quedó mirando con una media sonrisa en la cara.

- Yo también lo he estado pensando, no es algo que haya decidido ahora -

- Entonces... ¿lo intentamos? - pregunté de nuevo, acercándome a ella cada vez más.

- Lo intentamos - contestó ya sobre mis labios.

Y nos besamos. La envolví con mis brazos e intensifiqué el beso. Pero entonces reaccioné.

- Espera, espera - dije cortando el beso y separándola un poco para poder mirarla - ¿cómo lo vamos a hacer? -

- ¿A qué te refieres? - preguntó extrañada - pues tendremos que hacer algún tratamiento. Creo que en nuestro caso no nos va a funcionar el método tradicional - dijo riendo.

- Cosa que es una lástima, porque de esa manera tendríamos la excusa perfecta para vivir en un maratón del amor permanente -

- ¿Más? ¿Pero es posible hacerlo aún más? - dijo de forma exagerada y haciéndome reír.

- ¿Me estás retando? - levanté una ceja.

- No, no te estoy retando - se moría de la risa - ya solo te faltaba a ti eso -

Retomamos el beso y le quité la camiseta. Ella hizo lo mismo con la mía y me estiró en la cama, poniéndose encima de mí. Bajé mis manos por su espalda y cuando me disponía a quitarle la última prenda que le quedaba me frenó.

- Espera, espera - dijo bajándose de mi cuerpo y colocándose a mi lado - hay demasiadas cosas que no hemos pensado y tenemos que decidir -

Se puso seria de repente y vi en su cara cómo se estaba empezando a agobiar.

- A ver, ¿qué tenemos que decidir? -

- ¡Pues millones de cosas! - dijo incorporándose en la cama para quedar sentada apoyada en el cabezal.

Yo la imité sonriendo, me divertía mucho verla así.

- Tenemos que pensar quién de las dos lo va a tener... lo más lógico es que fueras tú, por la edad, pero deberíamos hacernos pruebas, para ver cuál seria la mejor opción... y el cuándo, hay que pensar en el cuándo, porque tú tendrías que parar tu carrera una temporada... en mi caso no habría demasiado problema en pedirme la baja... -

Mónica cada vez estaba más agobiada y a mí cada vez me parecía más gracioso verlo. Pero ella seguía...

-...y dónde, tendremos que informarnos de cuáles son las mejores clínicas para este tipo de tratamiento... esto lo puedo hablar con un buen amigo ginecólogo que tengo, y que nos aconseje... mira, voy a llamarlo ahora mismo -

Se giró para buscar el móvil de la mesita pero se lo impedí, cogiéndole las manos y girándola hacia mí.

- Ey, ey - dije sonriendo - frena Carrillo -

La acerqué más a mí y le di un suave beso en los labios.

- Pero Vane, mejor que empecemos ahora, son demasiadas cosas que tenemos que tener en cuenta, investigar, decidir,... lo mejor es que llame ya a Germán para que nos ayude y... -

No la dejé continuar y le callé la boca de la mejor manera que sabía: con la mía.

- Pero Vane - volvió a insistir cuando nos separamos brevemente para coger aire.

- ¡Shh! - exclamé entre risas estirándola de nuevo en la cama y colocándome ahora yo encima de ella - las decisiones una a una, cariño -

Fui bajando por su cuerpo y ahora sí le quité la última prenda que tenía puesta.