Secretos del pasado

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Narra Vanesa

Durante el fin semana casi no nos vimos. Mónica estuvo trabajando sin parar y yo aproveché para reunirme con gente de la discográfica. Por fin arreglamos los problemas del concierto de Sevilla. No fue fácil, pero finalmente todo estaba listo para poder celebrar el concierto el próximo sábado en el auditorio Rocío Jurado.

Las noches en cambio sí que las compartimos. No importaba que estuviera muy cansada de la jornada laboral, después de trabajar Mónica siempre se venía a mi casa. Y yo estaba todo el día esperando ese momento, ese ratito que pasábamos juntas. Además, me estaba acostumbrando a despertarme a diario junto a ella, empezaba a ser una necesidad.

El sábado por la noche estábamos comiendo una pizza en el sofá y se me ocurrió una idea.

- ¡Tengo una idea! -

- Miedo me dan tus ideas - me dijo con cara graciosa.

- Ésta te gustará, listilla - le dije mientras comía un trozo de pizza - Hasta el viernes no tengo que estar en Sevilla para el concierto del sábado y tú hasta la otra semana no empiezas con la promoción de tu libro... ¿y si nos vamos unos días a Tarifa? - le dije abriendo mucho los ojos.

- ¿Tarifa? -

- Piénsalo: tú, yo, playita, paseos, cervecitas, atún y terrazas. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? -

- Mmmm la verdad es que suena muy bien... me sorprende que no hayas añadido "mucho sexo" en tu argumentario - me dijo riendo.

- ¿Para qué crees que son las terrazas? -

Yo me morí de risa por mi tontería y ella me dio un pequeño golpe en la pierna, aunque no pudo evitar reír también.

- No, ahora en serio. Ana nos dejará seguro su casa de Tarifa, ella se va a ir unos días a Barcelona con tu amiga. Nos bajamos el lunes por la mañana y el viernes yo me voy a Sevilla y tú te vuelves a Madrid. Cuatro días de paz y así cargamos las pilas. En nada tú estarás de promoción, yo tendré muchos más conciertos seguidos y no podremos vernos tanto... ¿qué me dices? - le pregunté ilusionada.

Ella me miró, me quitó la copa de la mano y me abrazó por los hombros.

- Que me encanta la idea - dijo sobre mis labios justo antes de besarme.

Así estuvimos un buen rato, besándonos en el sofá y tonteando como dos adolescentes.

- ¡Por cierto! Antes de que me olvide - dije apartando a Mónica pero sin soltarla por la cintura - Pili me comentó que si bajábamos al sur, nos invitaba el martes a un paseo en barco con unos amigos suyos. Puede ser divertido -

- ¿Pili? - me preguntó extrañada.

- Pastora, Pastora Soler. Me apetece mucho que la conozcas y aún no he tenido ocasión de presentaros.-

- Me encantará conocerla. Soy una gran fan suya - dijo sonriendo.

Me acerqué de nuevo para seguir besándola - Y Eva, Eva también se vendrá a pasar el día en el barco -

De repente Mónica dejó de besarme y me separó con ambos brazos.

- ehhh ¿Eva? ¿Eva González? - preguntó poniendo cara rara.

- Sí, mi amiga Eva, ya sabes... - fui a besarla de nuevo pero me volvió a frenar.

- No creo que sea una buena idea que pasemos el día con Eva, Vane...-

- ¿Y eso? ... ostras, me acabo de acordar. En una de nuestras primeras citas también salió este tema y me dijiste que algún día me contarías que había pasado entre vosotras -

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