Mi envenenada medicina

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Narra Vanesa

- Entonces... ¿me vas a decir ya de qué se trata la sorpresa? -

Mónica estaba completamente desnuda apoyada en mi pecho y me acariciaba suavemente el abdomen.

Le di un beso en la cabeza y empecé a acariciarle el pelo. Me había dejado sin aliento, totalmente extasiada, así que tuve que esperar unos segundos para poder contestar.

- ¿Después de esto? - Bajé mi cabeza para mirarla - Vuelvo a ser tu esclava, pídeme lo que te dé la gana-

Rió divertida ante mi comentario y empezó a darme pequeños besos en el hombro.

- Mmm, me encanta esa canción. Y aún me encanta más haber sido tu musa para una canción -

- ¿Para una canción? qué rápido has olvidado la otra. Ya sabes, "caída libre", la canción sobre la historia verdadera de una bollera traicionera -

Solté una carcajada y ella empezó a darme pellizcos por mi barriga.

- ¡Ya había conseguido olvidarla de mi mente, Martín! Esa no te la perdono -

No podía parar de reír mientras ambas nos movíamos por la cama. Ella intentando seguir pellizcándome y yo intentando evitarlo.

- Vale, vale, me rindo, ten piedad - le dije entre risas.

Ella por fin paró su ataque y yo aproveché para acercarla más a mí, abrazándola por la cintura.

- Aunque ahora que lo pienso... yo te he escrito ya dos canciones... - Mónica ladeó la cabeza y arqueó una ceja - vale, una, solo te he escrito una canción - volví a soltar una carcajada - Tú en cambio no me has dedicado nunca nada, ni una historia, ni un libro, ... nada -

- ¿Cómo que nada? ¿y el microcuento cuando estábamos en Málaga? -

- Bueno sí, pero ya ves, un microcuento... hasta su nombre indica lo poco que es... micro -

- También veo que no has abierto mi nuevo libro - ahora arqueó las dos cejas.

- ¿Cómo que no? lo leí en una noche, ¿o ya no lo recuerdas? - ahora no la estaba siguiendo.

- Sí, leíste el manuscrito. Pero ¿has visto la versión final? ¿la edición que hemos publicado? -

- Claro que sí, tenemos la casa llena de ellos. ¡Pero si incluso te ayudé a elegir dibujo para la portada! -

- Pero claramente no lo has abierto - me dijo esta vez con cara de pilla.

Me la quedé mirando, pensando... ¿había algo nuevo en el libro? ¿me había escrito una dedicatoria? Le sonreí, le di un beso rápido y salté de la cama.

- ¿Dónde vas, loca? -

Oí que decía mientras reía, pero yo ya estaba camino del salón en busca de una copia. Bajé las escaleras, cogí uno de los libros y volví corriendo a la habitación.

Al entrar vi como Mónica me miraba de arriba a abajo y se mordía el labio inferior.

- ¿Te gusta lo que ves, Carrillo? -

- Mi chica completamente desnuda con un ejemplar de mi nuevo libro en las manos... mmm, sí, me gusta bastante -

Volví a meterme en la cama con ella y la besé, un beso tranquilo y lento, disfrutándonos una de la otra. Sus manos empezaron a descender por mi cuerpo, pero tuve que pararla.

- Frena, Carrillo. Primero mi ego, luego el placer - me separé un poco.

- Ahora veo claramente que fue un error escribirlo, con lo grande que lo tienes, ya solo te faltaba esto - ella se moría de la risa.

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