Narra Mónica
- Mile. High. Club -
Nos miramos unos segundos y estallamos en una carcajada. Definitivamente esta chica no tenía remedio... pero... oye... ¿y sí...?
- Venga, vale - le dije sonriendo.
- ¿Venga vale qué? -
- Que sí, que lo hagamos. Siempre te digo que no a tus fantasías, alguna vez tenía que darte el gusto, ¿no? -
Vanesa me miraba alucinada, no se creía lo que le estaba diciendo.
- Estás de broma -
- No estoy de broma -
- Me estás diciendo que tú, Mónica Carrillo, la misma Mónica Carrillo que se sonroja cuando le hago una insinuación un poco picante, la misma Mónica Carrillo que es incapaz de pronunciar según qué palabras, quiere formar parte del prestigioso Mile High Club? - Vanesa se moría de la risa.
- ¡Oye! ¿qué palabras soy incapaz de pronunciar? -
- ¿Pero me lo estás diciendo en serio? -
- ¿Insinúas que soy una recatada en la cama? -
- Para nada, ya sabes que me vuelves loca en la cama, pero... digamos que te cuesta expresar algunos términos - y soltó una carcajada.
- Eso no es cierto - le dije un poco indignada... a ver, siempre he tenido un poco de pudor en hablar abiertamente de según que cosas, pero...
- Por ejemplo, eres incapaz de decirme - se acercó a mi oído y me susurró - Vane, fóllame -
Por supuesto, yo me sonrojé y ella se partió de la risa.
- ¿Lo ves? ni siquiera lo has dicho tú y ya te has puesto colorada -
- Perdona, pero cuando quiero que me hagas el amor, te lo digo sin problema alguno -
- Eso es, "hacerte el amor"... pero ey, que me encanta que seas así, tan dulce y tierna - dijo sin parar de reír y dándome un beso en la mejilla.
- No soy siempre dulce y tierna. Y te lo he demostrado más de una vez, Martín - le dije señalándola con el dedo y seria, muy seria. ¿De verdad soy tan recatada?
- Ahí te doy la razón, no tengo ninguna queja bajo las sábanas... pero a ver, repite conmigo - volvió a acercarse a mi oído - Vane, quiero que me folles en el baño del avión -
Ella sonreía y me desafiaba con la mirada.
- Está bien - miré a mi alrededor para que nadie estuviera demasiado cerca y me acerqué a su oído - Vane, quiero que... - en ese momento sentí como si todas las personas de la fila me estuvieran escuchando y me alejé de ella - la gente nos mira, Vane -
Ella soltó de nuevo una carcajada - Lo ves, eres incapaz - me abrazó por la cintura y me dio un dulce beso en los labios - Pero yo te quiero así, cariño - y seguía riendo.
Iba a contestarle algo pero en ese momento nos llamaron para embarcar. Así que cogimos nuestras maletas y nos dirigimos hacia dentro del avión.
Narra Vanesa
Subimos al avión y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Esta vez la zona de primera clase iba casi vacía, algo que siempre era de agradecer, menos miradas centradas en nosotras si nos reconocían.
- La culpa es de las monjas. Seguro -
Oí que decía Mónica mientras se abrochaba el cinturón muy indignada.
- ¿De qué monjas hablas? - le pregunté evitando reírme, me divertía mucho ver a Mónica así.
- En el colegio - seguía muy seria - nos inculcaron ese pudor a todo lo relacionado con el sexo... demasiado bien he salido -
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Menuda historia la nuestra
Fiksi PenggemarLa historia de Vanesa y Mónica... bueno, MI historia Vanica