Decisiones

5.4K 144 46
                                    

Narra Mónica

- Mmmm dile a ese maldito aparato del demonio que se calle - murmuraba Vanesa desde su lado de la cama, el derecho.

Apagué el despertador e intenté abrir los ojos. Eran las 9 de la mañana pero apenas hacía dos horas que nos habíamos quedado dormidas. Fue una locura de noche. Estuvimos en la terraza más de dos horas, devorándonos la una a la otra, hasta que nos rendimos al frío de la madrugada y retomamos la acción en nuestra cama. Y entre una cosa y otra se nos hizo de día. Lo dicho, una locura. Pero bendita locura.

- Maldita tú, que puedes seguir durmiendo - dije mientras ideaba en mi cabeza mil excusas distintas para no tener que despertarme e ir a trabajar. Ninguna sonaba convincente.

Aún con los ojos cerrados noté como Vanesa se acercaba y ponía su brazo sobre mi espalda desnuda.

- Quieta ahí, Martín. Ni se te ocurra -

Oí como se reía y me besaba la espalda. Me giré y abrí los ojos. Allí estaba ella sonriendo y mirándome con los ojos a medio abrir. Se la notaba realmente cansada.

- Intenta dormir algo esta mañana, Vane, tienes que descansar más - le dije mientras le acariciaba la cara.

- Gracias por lo de anoche - volvió a sonreír - sin duda, la mejor noche de mi vida -

Le di un corto pero tierno beso.

- También lo fue para mí - sonreí - al final sí que tuvo su morbo lo de hacerlo en la terraza -

- ¿Entonces podremos repetir? - preguntó ilusionada

- Ni lo sueñes. Una y no más, que aquí hay demasiados vecinos. Cuando seamos mayores y nos vayamos a vivir al campo, hacemos lo que quieras. Hasta entonces, siempre bajo techo -

- Bueno, entonces en una avión no queda descartado. Y me lo debes, Carrillo -

Me la quedé mirando un rato mientras sonreía.

- ¿Pero cómo puedes siquiera pensar ahora en más sexo? anoche acabaste con todas mis fuerzas y energías. Creo que no te voy a dejar acercarte a mí en unos días - dije riendo.

Ella sin embargo se acercó más a mí y me abrazó con fuerza mientras me daba besos por toda la cara.

- Vas lista si crees que eso es una opción - me decía mientras reía.

- Bueno va, deja que me levante, que tengo que ducharme y prepararme. Tengo que estar en menos de una hora en los estudios -

Me levanté y vi como Vanesa me imitaba.

- ¿Dónde crees que vas? -

- A la ducha, contigo - dijo riendo de forma inocente.

- Martín, vuelve a la cama - le dije apuntándola con mi dedo índice - o me das un respiro o no vuelves a tocarme hasta tu cumpleaños -

Puso tal cara de pena que me hizo reír. Me levanté y fui hasta su lado de la cama. Me agaché y le di un beso con mucha intención. Pero en cuanto noté que se incorporaba y llevaba sus manos a mi trasero, me separé de ella y le di un manotazo a cada una de sus manos. Por fin se rindió, entre risas, y volvió a estirarse en el cama. Y yo pude por fin dirigirme hacia el baño que teníamos en la habitación.

- Hablando de cumpleaños - oí que decía Vane antes de que cerrara la puerta - la semana que viene alguien se hace un poco viejuna -

Asomé la cabeza por la puerta y la miré con cara de odio.

- Vuelve a llamarme viejuna y la próxima vez que me toques será en tu cumpleaños... pero el del 2022 -

Soltó una carcajada.

Menuda historia la nuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora