🎭Capítulo 35 - El Zorro Metzler🎭

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Maratón 6/?

Kai Metzler.

La siento respirar agitadamente debajo de mí, el olor de su cuerpo y su excitación llenando mis fosas nasales, ese olor que cada que llega ellas me nubla los sentidos. Respiro profundo para llenarme de ella y jugar con su piel. Se estremece cuando dejó escapar el aire de mis pulmones y sonrió satisfecho.

Me levanto con cuidado, saliendo de ella, se queja un poco cuando lo hago pero no dice nada, me tumbo a su lado y la atraigo hacia mi abrazando su cuerpo desnudo, el que lleve mi camisa puesta me excita, me vuelve loco verla con ella. Respira profundo y esta tensa, pero ya yo he drenado mi molestia por la discusión de hace un momento.

— Disculpa — murmuro haciendo que su rostro se gire para verme sorprendida

— ¿Por qué te disculpas? — pregunta confundida y respiro profundo.

— Por hacerte pensar cosas que no son y molestarte a costa de ellas — suspira y vuelve apoyar su cabeza sobre mi pecho.

El sudor que me empapa hace que las heridas que me causo mientras se corría me ardan pero no me quejo, son marcas que de verdad me encantan, solo porque fueron hechas por ella. Acaricio la pierna que tiene sobre las mías y con una de mis manos mientras que con la otra acaricio su brazo.

— ¿Por qué mansión camaleón? — pregunta repentinamente haciéndome fruncir el ceño y mirarla, eleva sus ojos y sonríe de lado haciendo que mi corazón lata desbocado, no entiendo el cambio de tema tan drástico pero me relaja que no quiera seguir con la discusión.

— Los vidrios cambian de tonalidad — le explico haciendo que frunza el ceño — electrónicamente están diseñados para cambiar de tonalidad dependiendo de lo que quiera — elle me ve con curiosidad y sonríe de lado.

— ¿Lo has inventado tu o ya existía? — rio y niego con la cabeza

— Ya existía, solo que lo mejor y lo adapte a mis necesidades — entonces se gira y se coloca ahorcadas sobre mí.

— ¿Y cuáles son sus necesidades señor Metzler? — pregunta como si llevara una libreta en la mano y estuviera a punto de tomar nota.

— Por ahora intentar comprender que me pasa contigo y ver si de alguna manera me sacio de ti — le respondo con picardía mientras elevo ligeramente la pelvis para que mi polla choque con su coño.

Ella jadea y cierra los ojos, repentinamente los abre.

Mierda las madalenas — vuelve a soltar en español bajándose de mi echando a correr.

No entiendo ni media mierda de lo que ha dicho, pero la sigo, solo que me demoro un poco más porque me coloco el bóxer y la sigo, asumo que ha ido a la cocina porque en cuanto salgo al pasillo que da a la cocina el olor a horneados llega a mi nariz.

Cuando entro en la cocina esta inclinada frente al horno haciendo que la camisa se eleve un poco y deje al descubierto más piel de la que ya deja ver, trago grueso con solo imaginar lo que hay debajo y lo que daría por ponerme a sus pies y comerme ese delicioso y exquisito coño.

Respiro profundo centrando mi atención en lo que hace, o al menos eso intento. Coge un paño de la encimera y abre el horno con rapidez, se inclina un poco más y saca la bandeja de madalenas que estas doradas y huelen a gloria. Cuando se gira y me ve suspira, como si quisiera decir algo y no supiera como hacerlo.

Luego toma una madalena y con su manos y comienza a soplar para no quemarse, camina hasta mí y la coloca frente a mí en la encimera.

— Una ofrenda de paz — murmura — también siento mucho la discusión de hace rato no debía ponerme así — Sonrió cuando sus ojos siguen fijos en la madalena.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora