🎭Capítulo 76 - La isla (Parte II)🎭

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Ainara Metzler.

Camino lentamente tratando de lucir lo más sexy posible pero al mismo tiempo lo más natural, Volker tiene todo el día mirándome, aunque intenta hacerlo pasar debajo de la mesa no lo ha logrado, al menos no ante mí, lo conozco demasiado, cada gesto, cada mirada. Me he pasado la vida entera admirándolo y como no hacerlo si es precioso y modadamente sexy.

Ese aire misterioso y lo reservado que es, lo hace un hombre increíblemente atractivo para cualquier mujer, un hombre que me ha robado el aliento desde que puedo recordarlo. Suspiro dejando las botellas vacías de cerveza sobre la encimera cuando mi teléfono vibra recordándome que continuo con el tonteo con Mason.

Mason: que mal que no esté contigo, juro por dios que cuando regreses te hare de todo.

Rio divertida mientras tecleo la una respuesta.

Aina: Con de to

No logro terminar el mensaje porque me arrebatan el teléfono de las manos.

— Hey...— No logro terminar de decir algo más, porque no puedo creerme que sea Volker quien está delante de mí, acorralándome contra la encimera.

Por dios, Volker huele a gloria y esa que te deja empapada en cuestión de segundos, esos ojos grises me miran con intensidad y siento como mi mundo transmuta y se reduce a él sosteniéndome con fuerza.

— Tienes todo el maldito día jugando conmigo Ainara...— farfulla entre dientes, con esa voz ronca que lo delata.

Esta cabreado, solo necesito ver esa pequeña arruga en su entrecejo, o la forma en que su mandíbula se tensa para reconocerlo, Volker no es del tipo expresivo en exceso, es de los que demuestra lo justo y necesario.

— ¿Disculpa? — me hago la desentendida.

— No te hagas, sabes muy bien lo que estás haciendo...— susurra aún más bajo acortando la distancia entre ambos.

Si, lo sé y me encanta que esté funcionando.

Sonrió triunfal porque sé cuánto se controla y se cuan frustrante puede ser para el estar aquí delante de mí a punto de enviar todo a la mierda, desde ese día en bar, supe que si tenía oportunidad con él, supe que le atraía y que su distancia durante todos estos años se debía a que se siente realmente atraído por mí y ¿para qué negarlo? Saberlo me abrió las puertas y me dejo el camino libre para actuar.

Como toda buena Metzler que soy, no me ando con juegos cuando quiero algo y a Volker siempre lo he querido, no es un capricho ni mucho menos, él ha sido el amor de toda mi vida, el príncipe azul de cuentos de hadas de mi infancia, el badboy de mi adolescencia y aun hoy en mi adultez Volker sigue siendo Volker, mi Volker.

— ¿Y está funcionando no? — suelto arrogante, digna y segura.

Volker me observa serio, sé muy bien que detesta que me comporte de esta manera, porque le encanta mi lado dulce, eso nunca ha necesitado decírmelo porque se le ve a leguas y cuando éramos niños siempre lo dijo, en la adolescencia me pidió que nunca dejara de ser así, porque era una de las mejores cualidades que tenía.

Sonrió coqueta y es todo lo que necesita para hacer lo que he deseado que haga desde el día del bar. Manda todo a la mierda y me toma con cierta rudeza de la nuca y une nuestros labios...

Perfección.

Besar a Volker es perfecto, mi corazón se desboca en mi pecho y siento que está por salirse por mi boca, mis manos sudan y mi cabeza divaga en las sensaciones que despierta su duro cuerpo aplastando el mío contra la encimera, jadeo en sus labios deseando más y es lo que hago profundizo el beso uniendo mi lengua a la suya que me recibe encantada.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora