🎭Capítulo 107 - Confrontación🎭

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Lizzy White.

El camino a la mansión se me hace eterno, no solo porque estoy cabreada hasta la mierda, sino también porque hasta cierto punto me siento traicionada y no porque haya estado bailando con otra mujer. Aquí todo se resume a que mujer era y lo que significaba para mí. Respiro profundo desviando la mirada del exterior y cierro los ojos.

— Señorita White...— uno de los guardaespaldas me saca de mis cavilaciones y me giro para verlo.

— ¿Qué pasa? — pregunto al ver su expresión seria.

— El señor Metzler nos ha pedido que no la llevemos a la mansión — mi ceño se frunce y por un instante siento que dejo de respirar.

— ¿Qué?

— Viene en camino, esperaremos hasta que llegue...— agrega, aliviando la repentina presión que se había construido en mi pecho.

Con rapidez ese sentimiento trasmuta y regresa la ira, pero trato de relajarme esto será una batalla épica y estoy segura que no terminara bien si alguno de los dos no se tranquiliza. El problema aquí es que yo no pienso hacerlo.

— De acuerdo...— me cruzo de brazos y veo como estacionan las camionetas a un costado del camino.

Cerca de diez minutos después el deportivo negro del magnate se detiene junto a una de las camiones y este desciende cual león hambriento, ni si quiera se molesta en cerrar la puerta. Pero mucho antes que llegue a la camioneta estoy abriendo mi puerta, me deshago del saco que cubre mi parcial desnudez y cuando me giro Kai esta asesinándome con la mirada.

— Ponte eso...— me espeta entre dientes.

El frio eriza mi piel y maldigo para mis adentros este clima de mierda, que fácil sería esto si estuviéramos en mi cálida Venezuela. Respiro profundo doblo el saco y lo dejo sobre el asiento junto al guardaespaldas que hace lo imposible por no posar sus ojos en mí. Me giro y lista para enfrentar al magnate.

— ¿Qué quieres? — le pregunto cruzándome de brazos porque muero de frio.

— Vas a enfermarte maldita sea...— suelta exasperado tomándome del brazo y guiándome a su auto, abre la puerta y me permite ingresar.

Cosa que hago porque el frio es demasiado hijo de puta a esta hora y no pienso morir congelada por orgullo. Una vez el magnate ingresa al auto, cierra de un portazo y activa la calefacción, sin decir absolutamente nada vuelve arrancar el auto. Veinte minutos después está aparcando el auto en el estacionamiento de la mansión.

En cuanto puedo desciendo y camino hacia las escaleras que me llevaran lo más lejos posible de él, al pie de la escalera me detengo me quito mis tacones y subo corriendo. Camino por la mansión con el corazón latiendo a mil y con ganas de girarme y sacar todo lo que llevo atorado en la garganta. Cuando llego a la habitación del magnate voy directo al vestier tomo una de sus franelas y ropa interior limpia.

Cuando me giro para salir del vestier el magnate está en la puerta de pie, brazos cruzados sobre su pecho, ceño fruncido y expresión asesina. No dice nada por lo que simplemente tomo una liga para mi cabello lo recojo y echo andar hacia la puerta, evidentemente no se aparta.

— Permiso...— le pido con cierta brusquedad, pero el idiota no se aparta — Kai quítate...— adiós educación.

— ¿Qué mierda fue todo eso? — suelta entre dientes.

— ¿En serio? — Pregunto incrédula — me preguntas a mí que mierda fue todo eso cuando el único IDIOTA QUE HIZO UN SHOW FUISTE TÚ...—exploto sin poder evitarlo.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora