Lizzy White.
El camino a la mansión se me hace eterno, no solo porque estoy cabreada hasta la mierda, sino también porque hasta cierto punto me siento traicionada y no porque haya estado bailando con otra mujer. Aquí todo se resume a que mujer era y lo que significaba para mí. Respiro profundo desviando la mirada del exterior y cierro los ojos.
— Señorita White...— uno de los guardaespaldas me saca de mis cavilaciones y me giro para verlo.
— ¿Qué pasa? — pregunto al ver su expresión seria.
— El señor Metzler nos ha pedido que no la llevemos a la mansión — mi ceño se frunce y por un instante siento que dejo de respirar.
— ¿Qué?
— Viene en camino, esperaremos hasta que llegue...— agrega, aliviando la repentina presión que se había construido en mi pecho.
Con rapidez ese sentimiento trasmuta y regresa la ira, pero trato de relajarme esto será una batalla épica y estoy segura que no terminara bien si alguno de los dos no se tranquiliza. El problema aquí es que yo no pienso hacerlo.
— De acuerdo...— me cruzo de brazos y veo como estacionan las camionetas a un costado del camino.
Cerca de diez minutos después el deportivo negro del magnate se detiene junto a una de las camiones y este desciende cual león hambriento, ni si quiera se molesta en cerrar la puerta. Pero mucho antes que llegue a la camioneta estoy abriendo mi puerta, me deshago del saco que cubre mi parcial desnudez y cuando me giro Kai esta asesinándome con la mirada.
— Ponte eso...— me espeta entre dientes.
El frio eriza mi piel y maldigo para mis adentros este clima de mierda, que fácil sería esto si estuviéramos en mi cálida Venezuela. Respiro profundo doblo el saco y lo dejo sobre el asiento junto al guardaespaldas que hace lo imposible por no posar sus ojos en mí. Me giro y lista para enfrentar al magnate.
— ¿Qué quieres? — le pregunto cruzándome de brazos porque muero de frio.
— Vas a enfermarte maldita sea...— suelta exasperado tomándome del brazo y guiándome a su auto, abre la puerta y me permite ingresar.
Cosa que hago porque el frio es demasiado hijo de puta a esta hora y no pienso morir congelada por orgullo. Una vez el magnate ingresa al auto, cierra de un portazo y activa la calefacción, sin decir absolutamente nada vuelve arrancar el auto. Veinte minutos después está aparcando el auto en el estacionamiento de la mansión.
En cuanto puedo desciendo y camino hacia las escaleras que me llevaran lo más lejos posible de él, al pie de la escalera me detengo me quito mis tacones y subo corriendo. Camino por la mansión con el corazón latiendo a mil y con ganas de girarme y sacar todo lo que llevo atorado en la garganta. Cuando llego a la habitación del magnate voy directo al vestier tomo una de sus franelas y ropa interior limpia.
Cuando me giro para salir del vestier el magnate está en la puerta de pie, brazos cruzados sobre su pecho, ceño fruncido y expresión asesina. No dice nada por lo que simplemente tomo una liga para mi cabello lo recojo y echo andar hacia la puerta, evidentemente no se aparta.
— Permiso...— le pido con cierta brusquedad, pero el idiota no se aparta — Kai quítate...— adiós educación.
— ¿Qué mierda fue todo eso? — suelta entre dientes.
— ¿En serio? — Pregunto incrédula — me preguntas a mí que mierda fue todo eso cuando el único IDIOTA QUE HIZO UN SHOW FUISTE TÚ...—exploto sin poder evitarlo.
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Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1
RomanceEsta es la historia de un magnate empresario, con una posición muy importante en el mundo tecnológico, es un pionero en el área, ademas es un visionario y por si fuera poco filantropo, ante la sociedad y el mundo entero este joven sexy e inteligent...