Kai Metzler.
Sé que esto es una completa locura, que tenerla aquí es abrirle literalmente las puertas de mi vida con todo lo que ello conlleva y la verdad no importa, me arriesgo y lo hago gustoso. Pocas personas saben la magnitud de la fortuna Metzler y no hablo solo de la mía, en conjunto con las de mi padre fácilmente lideraríamos la lista de Forbes. Pero después del incidente me he encargado tanto de mantener mi vida bajo perfil que la mitad de las personas influyentes en el mundo tecnológico desconocen la mitad de las cosas que poseo.
Me giro sobre mí mismo buscando su sorprendido rostro, el Dilbar es uno de los yates más grandes del mundo y me pertenece, después de habérselo comprado a un empresario ruso hace algunos años esta enorme embarcación pasó a ser el estandarte de la flota de la familia Metzler. Solo que pocos son los conocedores de sus verdaderos dueños. El yate funciona como un enorme salón de fiestas y aquí se celebran grandes eventos por parte de importantes personajes a nivel mundial. Hoy está reservado solo para nosotros.
Solo por ella, sonrió de lado cuando posa sus ojos en mí y se acerca a para tomar la copa de vino que le tiendo.
— ¿Esto en serio te pertenece? — pregunta con curiosidad y rio suavemente
— Si, en serio...
— Kai pero esto es... — hace una pausa y niega con la cabeza — ¿en serio que tanto ocultas? — pregunta posando sus ojos en mi nuevamente logrando que mi cuerpo se tense considerablemente con la pregunta.
Oculto más cosas de las que me gustaría y aunque la mayoría son solo cosas de valor económico, hay otras que en definitiva destruirían mi vida.
— ¿Es algo que te intriga demasiado, no es así? — pregunto apartando un mecho de cabello, mirándola serio.
Ella duda un momento y luego suspira desviando sus ojos, para mirar el suelo.
— Cada que creo que no sabré algo más de ti, descubro algo mas y no sé qué esperar Kai... — sus ojos se enfocan en mí una vez más y suspira — todo ese hermetismo alrededor de tu vida privada me hace desconfiar... — murmura haciendo que mi pecho se contraiga.
— ¿No confías en mí? — pregunto con el corazón latiendo a mil
— Cuando estamos juntos lo hago, de hecho eres el primer hombre en el que confió de esta manera... — murmura frunciendo el ceño como si hasta este instante lo notara — pero algo en mi cabeza no deja de gritarme que hay algo más... — suspiro y desvió mis ojos al contenido de mi copa, el cual bebo de un solo trago.
— Hay demasiadas cosas que no quiero que se sepan sobre mi... — le confirmo haciendo que me vea sorprendida — todas y cada una de esas cosas permanecen así porque no quiero a nadie metiéndose en mis cosas, sin ánimos de ofender los periodistas son un dolor en el culo — murmuro viéndola con expresión divertida ella se cruza de brazos y sonríe coqueta
— ¿Entonces soy un dolor en el culo?
— No tienes idea de cuánto, ¿me pregunto constantemente como haces para superarte? — ella empieza a reír a carcajadas y me acerco más para rodea su cintura con los brazos — eres exasperante cuando estas en plan "cumplo con mi trabajo periodístico" — ella sonríe y muerde su labio sin despegar sus ojos de los míos, acaricio su mejilla fijándome en sus ojos sin comprender este sentimiento de necesidad que tengo hacia ella.
Esta forma tan extraña en que se metió en mi piel, en mi cabeza... en mi pecho, Elizabeth ha logrado hacer lo que Leyna hizo en año y medio de salidas y momentos increíbles, con ella todo ha sido una puta montaña rusa de emociones, discusiones y sexo desenfrenado.
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Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1
RomanceEsta es la historia de un magnate empresario, con una posición muy importante en el mundo tecnológico, es un pionero en el área, ademas es un visionario y por si fuera poco filantropo, ante la sociedad y el mundo entero este joven sexy e inteligent...