🎭Capítulo 50 - ¿Enamorarme? Es un hecho🎭

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Lizzy White.

La vista desde el yate es impresionante, aunque nada más impresionante que el magnate, joder por más que quiera no logro apartar la mirada y el muy idiota disfruta de provocarme. Estamos en la piscina del Yate, si esto tiene una enorme piscina que les da la oportunidad a los tripulantes de darse un chapuzón cosa que Kai hace en este momento, mientras yo disimuladamente me lo como con los ojos. Lo de anoche fue...

Ni siquiera tengo palabras para describir lo que sentí, lo que pensé y lo que siento hoy, todo ha sido como un huracán de emociones que nos envuelve a ambos. En serio, por mi madre que nunca creí que el magnate pudiera a hacerme sentir todo esto que estoy sintiendo. Lo veo nadar al otro extremo de la piscina y muerdo mi labio al ver como se marcan los músculos de sus omoplatos, joder me encanta la espalda de ese hombre. Sonrió de lado y tomo mi copa con fruit punch no he querido beber alcohol, quiero mantenerme lucida y centrada.

¿Por qué? simple, no me siento segura en los barcos y esto aunque es enorme y ni siquiera siento cuando se mueve, no deja de ponerme nerviosa. Kai regresa dando largas brazadas hasta alcanzar el borde de la piscina frente a mí, se pasa una mano por su rostro para quitar el exceso de agua y sonríe con picardía al ver mi cuerpo, llevo exactamente el traje de baño que me pidió que trajera.

— Me gusta su traje de baño señorita White...— sonrió de lado

— Y a mí me gusta usted señor Metzler... — su media sonrisa se ensancha y apoyando sus manos en el borde se impulsa hacia arriba y sale de la piscina.

Da un par de pasos hasta mí y se inclina goteando agua mojándome, en un gesto tonto y travieso sacude su cabello sobre mi cara empapándome, yo rio y él lo hace también, luego se inclina y deja un beso en mis labios. Toma una toalla de la tumbona que esta junto a mí y seca parcialmente su cuerpo, sin dejar de mirarme. Esto se ha vuelto una especie de costumbre desde anoche, no dejamos de vernos fijamente y es algo que me encanta porque Kai, mira con intensidad y sus ojos hablan por él. Deja la toalla una vez más sobre la tumbona y se acerca a mi pasa una de sus piernas sobre mí y leyendo lo que va hacer me impulso hacia arriba para que no se siente sobre mi abdomen, el ríe divertido y suspira cuando se apoya en mi muslos.

Se inclina y toma una fresa de las que está el plato de frutas que reposa junto a mi copa, y la muerde dios esos labios se humedecen con el jugo y deseo pasar mi lengua por ellos para limpiarlos, trago duro y regreso a sus ojos que brillan con morbo.

— ¿Quieres? — pregunta con voz ronca y yo simplemente asiento.

Él toma otra fresa y mete la mitad de esta a su boca y se inclina sobre haciéndome me reír por su idea, en cuanto la fruta entra en contacto con mis labios los abro y le Inco los dientes, nuestras bocas se tocan y ambos quedamos pegados mientras masticamos el trozo de fresa que cada uno a obtenido.

— Rico... — murmuro con una sonrisa y el asiente

— Como tú... — y una vez más toma mis labios con desespero.

No sé porque Kai y yo nos besamos de esta manera, pero dios adoro que sea así de intenso, de apasionado, de desmedido, de vicioso, jadeo en su boca cuando una de sus palmas se cierra sobre mi pecho derecho y lo aprieta con fuerza, su lengua se pasea junto a la mía haciendo que desee que las sensaciones que causa en ella se extiendan a lo largo de mi cuerpo. Jadeantes y asfixiados por la falta de aire nos separamos, el rosa su nariz con la mía y trata de acompasar su respiración, vuelve a dejar un beso en mi labios y luego otro, para luego ponerse en pie, cuando lo hace mis ojos hacen una exhaustiva evaluación de su anatomía, deteniéndome justo en su entrepierna donde la erección es más que evidente.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora