🎭Capítulo 37 - No quiero que te toque 🎭

13.3K 802 771
                                    


Maraton 8/10

Lizzy White.

Nuestras respiraciones son un desastre, no puedo dejar de verlo, luce endemoniadamente sexy en este instante, con su cabello despeinado, los labios rojos y el deseo traspasando sus ojos almendrados. ¡Por Dios! ¿Qué está haciéndome este hombre? Porque no entiendo cómo es posible que me tenga así.

Kai sale de mi con cuidado y sonríe de lado cuando muerdo mi labio, se gira y camina a uno de los cubículos y regresa con papel higiénico, juro que va a dármelo pero contra todas las teorías que puedo hacerme en la cabeza, separa mis piernas con un suave toque y sin dejar de verme se asegura de limpiar lo que ha salido de mi interior. Luego arroja el papel al cesto de basura y regresa al cubículo donde demora un poco más limpiándose el mismo.

Cuando vuelve está arreglando su pantalón y su camisa, yo sigo sentada sobre el lavabo con las piernas temblorosa y más feliz de lo que había estado en todo el día. Kai rosa mis labios con su pulgar antes de acercarse y volver a besarme con necesidad. En ese momento escuchamos la puerta y ambos nos ponemos en alerta, bajo de un salto del lavabo pero el cuerpo del magnate me impide moverme.

Su sonrisa traviesa me vuelve loca, cuando sin más toma mis mejillas y vuelve a besarme, mientras continúan tocando la puerta, cuando finalmente libera mis labios estoy sin aliento, él se hace a un lado y se mira en el espejo asegurándose que está arreglado, me guiña un ojo y me gira para que me vea también.

— Espero te guste... — murmura mirando mi cuello, sigo su mirada y mis ojos se abren como platos.

En mi pecho reposando en el lugar en que llevaba la cadena que James me regalo ahora cuelga un delicado y hermoso collar con un colgante de lo más peculiar, lo tomo en mis manos sorprendida porque es hermoso, delicado y extraño al mismo tiempo. Sonrió de lado y busco su mirada en el espejo.

— Es hermoso...— hago una pausa para admirar la joya una vez más y vuelvo a mirarlo, sus ojos brillan con intensidad y tiene una media sonrisa de esas que me dejan babeando — gracias — cuando va a responderme vuelven a tocar la puerta y el cierra los ojos tensando la mandíbula.

— Creo que es mejor que salgamos — y en cuanto dice esas palabras palidezco.

Mierda, mierda, mierda me folle a Kai y James esta allá afuera... Sus ojos me miran con diversión como si intuyera lo que estoy pensando. Abro los ojos como plato y él se inclina sobre mi cuerpo y se mete en mi cuello deja un beso y murmura.

— Sal detrás de mi... — toma mi mano entrelazándolas y tira de mí.

Yo no quiero salir, no estoy lista para enfrentarme a lo que hay al otro lado de la puerta, no puedo imaginarme la expresión de James si nos ve, si me ve salir del baño con él, camino automáticamente detrás de él, Kai quita el pestillo y antes de abrir la puerta, me mira un instante y allí está la pregunta que lo caracteriza

— ¿Estas bien? — niego con la cabeza con frenesí y el suspira, medita un instante sobre algo y vuelve a inclinarse para besarme.

Es un beso suave de esos que te hacen flotar, de alguna forma me tranquiliza y cuando se separa de mi sonríe.

— Tranquila nena... — me guiña uno de sus ojos como si tuviera todo bajo control y abre la puerta.

El ruido en seguida llega a mis oídos y quiero morirme cuando del otro lado está un sujeto con expresión cabreada.

— ¡Joder muévanse que me meo! — suelta y pasa junto a Kai ignorando por completo que estábamos encerrados.

— Lo siento colega... — se disculpa

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora