(PARTE I)
Kai Metzler.
- ¡NO SOY UN MALDITO OBJETO KAI! - me grita la periodista fuera de sí.
Recordándome eso que tanto odio en algunos hombres, eso que siempre me ha quedado claro y que siempre he pensado. Las mujeres no son objetos por lo que no le pertenecen a nadie, algo que con Elizabeth me paso por los huevos irremediablemente, porque ella no solo me vuelo loco de los celos, soy un puto desquiciado posesivo.
Me gustaría aclararle que no pienso que sea un objeto, de hecho es lo que debo hacer pero estoy demasiado cabreado, los celos me nublan el juicio y esa puta costumbre que tiene de llevarme la contraria evita que haga las cosas correctamente. Nos desafiamos con la mirada hasta que bufa exasperada y se gira sin decir nada más, azota la puerta con fuerza al salir y en cuanto estoy solo gruño frustrado por toda la maldita situación.
Paso las manos por mi cabello despeinándolo, ciento como el agua rueda por mi espalda desnuda y resoplo frustrado, salí de la ducha para invitarla a entrar conmigo y la consigo hablando en susurros sobre James. ¿Qué quiere que hagas? Además, Volker... ese jodido traicionero desde cuando es tan amigo de la periodista y desde cuando juega para su equipo.
Tomo el teléfono y de inmediato le marco, va a escucharme. Llevo el aparato a mi oído y espero, el muy bastardo me desvía la llamada al buzón de voz de inmediato, respiro profundo y lo dejo estar, ya me escuchara. Regreso a la ducha y termino con ella en cuestión de segundos, mi plan de follar a la periodista hasta el puto amaneces a la mierda por su estupidez y sus jodidas ansias de ver al abogaducho de mierda.
Salgo de la ducha una vez más, rodeo mi cintura con la tolla y salgo directo al vestier donde tomo un bóxer, un jean, un suéter y una chaqueta. Me visto con rapidez y tomo una vez más el teléfono, lo lógico es que la llame y resolvamos esto, lo lógico. Pero justo ahora los celos pueden más que la lógica así que a la mierda. Marco el número de la mansión y espero a que Isabella responda.
- Mansión Metzler buenas noches...
- Hola nana ¿Cómo estás?
- Mi pequeño, muy bien ¿y tú, pasa algo? - pregunta de inmediato, suspiro.
Isabella me conoce demasiado bien, como para ocultarle alguna cosa.
- Asuntos sin resolver, voy para allá ¿podrías preparar algo de cenar? - paso mis manos por mi cabello una vez más despeinandolo mientras me veo en el espejo.
- Claro, ¿vienes acompañado? - pregunta con suspicacia, Isabella no soporta la idea que este con Elizabeth.
Esta segura que es una aprovechada y una vividora, cosa que odio porque en un principio se llevaron de maravillas, hasta que supo que se casaría y me vio hundido. Desde entonces no quiere saber nada de la periodista y evita complemente hablar de ella, sobre todo porque odie que la llamara de esa forma, por lo que estuvimos varios días enojados.
- Voy solo, posiblemente se nos una Ajax...- comento haciendo un plan mental.
- De acuerdo preparare algo que les gusta a ambos, voy a consentir a mis pequeños, ¿Volker vendrá también? - pregunta con entusiasmo.
Al escuchar el nombre de mi colega mi tenso.
- No, nos vemos en un rato - la corto para no tener que soltar algún improerio encontra de mi mejor amigo y se ponga preguntona.
En la cocina recojo las llaves del auto y noto que las de la periodista no estan, respiro profundo consciente que no debería haberla dejado ir asi como estaba, pero es adulta y sabe lo que hace, además los hombres que asigne para que la cuidaran estan las 24 horas en donde sea que ella este atentos para reaccionar. Asi que si decidio salir estará cuidada, desciendo las escaleras y al llegar frente a la puerta me detengo.
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Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1
RomanceEsta es la historia de un magnate empresario, con una posición muy importante en el mundo tecnológico, es un pionero en el área, ademas es un visionario y por si fuera poco filantropo, ante la sociedad y el mundo entero este joven sexy e inteligent...