🎭Capítulo 89 - Rotos🎭

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 Mataron 2/8

Lizzy White.

La puerta se cierra detrás de la hija de puta que ha venido con la única misión de arruinar mi tranquilidad. No puedo ni quiero moverme, mi corazón late desbocado en mi pecho y como si de una cadena de escenas en mi cabeza se dibujan los últimos momentos con el magnate, lo que dijimos anoche, lo que vi en sus ojos. Lo que sentimos...

Mis ojos se desvían hasta el pequeño papel rectangular que reposa sobre la superficie de mi escritorio y ciento que en cualquier momento puede estallar y hacerme pedazos. No puedo apartar mis ojos de las manchas negras, blancas y grises que conforman el ecosonograma que Leyna asegura que es suyo. Respiro profundo tratando de acompasar mi respiración, pero es imposible hacerlo con el enorme nudo que tengo atorado en la garganta.

El pecho me duele y la garganta me arde, todo se vuelve borroso gracias a las lágrimas que me empañan los ojos, pero sigo sin reaccionar, sigo sin querer creer que esto es verdad o si quiera es real. Tiene que ser un maldito sueño una pesadilla de la que necesito despertar. Una lágrima cae sobre mi mejilla y mi mano como si tuviera voluntad propia y deseara por todos los medios evitar mi debilidad la limpia con un movimiento mecánico.

De pronto el aire me pesa, los pulmones me arden y el simple hecho de mantenerme aquí de pie es un martirio, jamás imagine que realmente esa expresión de me duele el corazón fuera posible, al menos no sin estar teniendo un ataque cardiaco, en este instante me duele y gozo de una salud perfecta, pero esto es demasiado. Parpadeo tratado de tragarme mis lágrimas y armándome de valor, no puedo simplemente quedarme aquí sin hacer nada.

Doy un paso y en cuanto lo hago me tambaleo sintiendo que el aire no me basta, coloco mis manos sobre el escritorio y cierro mis ojos animándome a hacer esto, alentando a mi cuerpo a salir de este estúpido estado que no tiene ningún sentido porque esto tiene que ser una maldita broma, esto no puede estar pasando.

Después de algunos minutos lidiando con mi irregular respiración finalmente me enderezo y con pasos dudosos rodeo el escritorio hasta llegar donde reposa el papel, las manos me tiemblan cuando la estiro para tomarlo, pero aun así no me detengo, cuando finalmente lo tengo entre mis manos, mi corazón se detiene, lo elevo para poder verlo y allí esta...

Un pequeño bebe...

Mis ojos se anegan en lágrimas otra vez y siento como todo a mi alrededor pierde sentido, me tambaleo una vez más hiperventilando controlando las ganas de llorar, en la parte superior los datos de Leyna me dan la bienvenida, el peso, la medida y la fecha del estudio me hablan sobre la pequeña cosita que lleva en el vientre y no es nada más y nada menos que del hombre que amo.

Dejo el papel donde estaba y sin pensarlo mucho regreso sobre mis pasos, tomo las llaves de mi auto, mi bolso y mi teléfono, echándome andar hacia la puerta, pero me detengo en seco necesito estar sola, sin nada que tenga que ver con él, llevo mis manos sobre mi cuello y lo que alguna vez me dio fuerzas para continuar hoy solo siento que me corta la respiración, tomo el broche del collar y lo deshago, regreso sobre mis pies y lo dejo sobre la mesa junto a la imagen del eco.

Vuelvo a la puerta la cual abro y me precipito corriendo, una vez más ignorando todo a mí alrededor, con la única imagen de ese pequeño en mi cabeza. Paso entre algunas personas en el stand de Kenya pero las ignoro no sé si me hablan o no pero escucho murmullos que ignoro y sigo hasta la salida de emergencia donde me echo a correr.

Desciendo las escaleras sin siquiera notar el tiempo o el cansancio que supone bajar 27 pisos corriendo, al llegar a PB me detengo junto a los ascensores y sin saber muy bien que hacer decido mejor caminar a conducir en el estado en que estoy no sería muy bueno hacer eso. Así que sigo hacia la puerta principal del Lux donde sin más salgo buscando poner la mayor distancia entre el mundo del magnate y mi mundo.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora