🎭Capítulo 70 - Tanto 🎭

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Lizzy White.

Jadeos.

Gruñidos.

Gemidos.

Respiración agitada.

Es lo único que se escucha en la cocina del departamento, mientras Kai y yo nos comemos como desesperados. Simplemente por más que intente evitarlo no puedo negarme a él, a lo que despierta a lo que siento cada que me mira, que me toca. Estoy muriéndome de los celos, la inseguridad me está matando y el solo llega aquí con esa actitud arrogante y segura, derribando todos mis muros solo con su mirada.

Sus manos abandonan mis mejillas dirigiéndose a su segundo lugar favorito, mi culo. Una vez allí las aprieta con ganas y me pega más a su erección lo que hace que gima en sus labios, la desesperación me puede, necesito sentirlo contra mi piel, la ropa me estorba y de inmediato busco los botones de su chaleco.

Joder ¿Por qué demonios tiene que usar trajes de tres piezas? no son prácticos.

Me quejo mentalmente, mientras me deshago del último de los botones y ataco los de su camisa, me hecho una experta en esto de quitarle la camisa con rapidez, en pocos segundos mis dedos se deslizan sobre la piel dura de su pecho. Sus manos suben hasta el borde de mi short y se cuelan dentro de la tela alcanzando directamente la piel de mis glúteos. Allí hace lo que siempre, magrea, masajea, aprieta y estruja con demasiada fuerza arrancando gemidos entrecortados de mis labios.

De pronto desliza sus manos hasta la línea que separa mis glúteos de los muslos y tira de mi hacia arriba mientras gira sobre nosotros mismos y me sienta sobre la encimera, libera mis labios y toma con rapidez mis mejillas deteniendo mi desesperado intento por alcanzar sus labios otra vez, abro los ojos frustrada por su acción pero en cuanto encuentro los suyos me desinflo.

Sus ojos me observan cargados de deseo, excitación y morbo, pero no estas cosas no pueden opacar ni esconder la adoración que se desprenden de ellos, Kai me quiere y la forma en que está mirándome me lo confirma.

— No me pidas que te suelte ni me aleje porque sencillamente no puedo hacerlo...— murmura sin dejar de mirarme con intensidad.

Esas palabras calan en mi pecho quitándome la respiración, es una declaración demasiado fuerte, es algo que sencillamente aunque ya me lo ha dicho después que lo escuche decir te amo en el teléfono no sé a quién, esto me deja deshecha entre sus manos.

Cierro mis ojos conteniendo las tontas ganas de llorar que se arremolinan en mi pecho, lo que siento por Kai supera por mucho lo que alguna vez he sentido por cualquier otro hombre y no solo hablo de los carnal, hablo de esto que estamos demostrando en este instante.

Ciento como su pulgar limpia una de las rebeldes lágrimas que desciende por mi mejilla y lo escucho respirar profundo, sus brazos me rodean la cintura y me abraza con fuerza escondiendo su rostro en mi cuello. No puedo hacer más que imitar el gesto, porque yo tampoco quiero que me suelte ni me deje. Respiro profundo mientras lo siento acariciar con su pulgar mi espalda, su nariz se desplaza por mi cuello, sobre mi clavícula hasta que siento su cálido aliento sobre uno de mis pechos.

Allí rosa la tela de mi camiseta con su nariz logrando que mis pezones se pongan como una roca solo ante ligero contacto, sus roses son tan suaves y delicados que me pierdo con rapidez es la delirante excitación que está provocando. Desplazo mis manos que estaba en su espalda hasta su cuello y comienzo a juguetear con su sedoso cabello.

Sus labios se cierran con cuidado sobre mi pezón derecho tirando de ellos con suavidad, lo libera y busca mi mirada, al encontrarse con la mia sonríe con calidez y picardía, se yergue cuan alto es y una vez mas acuna mis mejillas, acariciándolas con delicadeza. Sus ojos brillan intensamente y nunca me había sentido tan querida por un hombre como en este instante.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora