Kai Metzler.
Dudo al verla bajar del auto, no me gusta esto saberla sola delante de su padre al que no ve hace años y la dejo sola cuando más lo necesito es algo que simplemente no termino de tolerar. Elizabeth es fuerte lo ha demostrado más veces de las que puedo contar con los dedos de mis manos y es una mujer increíble, saber que tuvo que lidiar con la muerte prematura de su madre prácticamente sola me dice lo fuerte que es.
Se pierde dentro del café y de inmediato desciendo del auto y aguardo recostado a este, sin dejar de seguir sus movimientos con los ojos, no sé exactamente como luce su padre porque nunca me preocupe en verlo bien en las fotografías que me dio Volker, pero una cosa es segura, el sujeto no me agrada.
No había sentido tanto coraje y tanta impotencia como en el instante en que la vi contener las lágrimas, el dolor reflejado en sus hermosos ojos me hizo sentir miserable, no logro comprender como un hombre puede dejar a sus hijos de lado y tener como prioridad otras cosas. Rick White no solo abandono a la mama de la periodista también lo hizo con ella y no puedo imaginarme lo doloroso que debió ser para ella, además es hija única y eso de alguna forma siempre afecta más.
La veo de reojos mientras conduzco a la mansión, no ha abierto la boca desde que subimos y luce triste, apagada, sabía que esto iba a afectarla pero no imagine que tanto. La periodista rara vez habla de su padre, en realidad en este punto me doy cuenta que aunque se prácticamente todo sobre ella, no lo sé porque hayamos tenido la oportunidad de conversarlo. Llevo una de mis manos hasta la suya y entrelazo nuestros dedos.
Sus ojos se desvían hacia a ellas y suspira para luego volver a dejar su cabeza sobre el respaldo del asiento para mirar al exterior por la ventana. Joder no me gusta verla así, me mata.
— Nena...— la llamo.
— ¿Hmmm? — murmura sin verme.
— Es una pregunta tonta pero... ¿estás bien? — ella vuelve a suspirar y posa esos hermosos ojos que me tiene idiota desde hace mucho tiempo y asiente.
— Estaré bien...— me regala una sonrisa forzada y luego vuelve a mirar por la ventana.
No la molesto más hasta que llegamos a la mansión, donde me encargo de ayudarla a bajar del auto y no la dejo caminar, la tomo en brazos como si de una princesa se tratara. Me observa con los ojos cargados de emociones y encharcados de lágrimas que está evitando derramar a toda costa. No entiendo porque quiere hacerse la dura.
Sus brazos rodean mi cuello y apoya su cabeza en mi pecho, me giro y entra a la mansión sin decir absolutamente nada, no hay mucho que decir si ella no desea hablar. En cuando estoy dejando atrás la sala, Isabella sale a nuestro encuentro, en cuanto ve a la periodista en mis brazos la alarma se dibuja en sus dulces facciones y sonrió con calidez al verla andar hacia nosotros de prisa.
— ¿Elizabeth cariño estas bien? — pregunta preocupada.
La periodista saca su rostro de mi cuello donde segundos antes lo había escondido y simplemente asiente.
— ¿Qué paso hijo? — pregunta preocupada, pero solo me inclino sobre ella y beso su frente.
— Hablamos luego nana...— continuo mi andar hacia mi habitación.
Una vez allí la bajo y me dedico a hacer lo único que se me ocurre en esta situación... mimarla. Me ocupo de quitarle la ropa, cuando tengo su cuerpo semidesnudo no puedo evitar devorarla con los ojos, Elizabeth me enciende de manera tan primitiva que aunque sé muy bien que no es el momento no puedo evitar desearla.
Ella se sienta en el borde de la cama mientras comienzo a deshacerme de mi ropa, ella continúa con los ojos fijos en el suelo, junto a ella el sobre que Rick le dio y no tengo idea que demonios contiene, pero de algo estoy seguro, esto es muy importante. Una vez en bóxer, me agacho frente a ella, y la observo con intensidad.
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Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1
RomantikEsta es la historia de un magnate empresario, con una posición muy importante en el mundo tecnológico, es un pionero en el área, ademas es un visionario y por si fuera poco filantropo, ante la sociedad y el mundo entero este joven sexy e inteligent...