Esta es la historia de un magnate empresario, con una posición muy importante en el mundo tecnológico, es un pionero en el área, ademas es un visionario y por si fuera poco filantropo, ante la sociedad y el mundo entero este joven sexy e inteligent...
Sabía que haber venido a casa del magnate no había sido una buena idea, pero debo admitir que ha sido interesante haberlo hecho, estar en la que era su habitación ha sido una experiencia muy reveladora, aunque también ha sido un poco preocupante. Gracias a esto me he dado cuenta que realmente conozco muy poco a Kai, pero nunca es tarde cuando se es una mujer inteligente y por más listo que sea el magnate no cuenta con que las mujeres podemos ser bastante persuasivas.
Ver el álbum de fotografías que tenía en su habitación fue como una pequeña muestra de un Kai que honestamente no creí que existiera, porque si muy bien sé que lo he juzgado mal esas imágenes me han mostrado aún más lo equivocada que estaba el día que le he llamado idiota. Aunque la verdad no me arrepiento en este punto de haberlo hecho de no ser así, no estaría aquí.
Mis labios dibujan una sonrisa cuando observo una vez más las fotografías en mis manos, sé que esto no está del todo bien pero no he podido resistirme, esos tres son más como hermanos de lo que imagine y estas imágenes lo prueban, las paso entre mis manos y vuelvo a reír divertida con la fotografía de Kai cubierto de pastel de cumpleaños mientras Volker y Ajax ríen a carcajadas a sus costados también llenos de pastel.
— ¿Todo en orden señorita White? — pregunta Alfred desde el asiento trasero del auto.
Recordándome que no estoy sola y que apenas si estamos saliendo de la mansión Metzler. El magnate me acompaño hasta el auto y se aseguró de subirme a este y ordenarle a Alfred que me llevara al departamento y luego regresara por él.
— Si Alfred todo en orden es solo que Kai es...— hago una pausa y rio como tonta haciendo que el hombre mayor sonría y me mire divertido a través del espejo retrovisor.
— El joven Metzler es un gran hombre...— rio aún más porque aunque no pensaba decir eso el comentario me ha hecho pensar en el magnate desnudo sobre mi tomando con esa fuerza y ese salvajismo y no entiendo porque.
— Si un gran hombre...— concuerdo con él en tono pícaro ganándome una risa divertida por parte del chofer que me hace sonrojar.
Luego de eso no agrega nada más pero si lo noto dedicarme varias miradas curiosas a través del espejo retrovisor, yo regreso a las imágenes que tome del álbum, posiblemente logre con ellas que el magnate se moleste conmigo pero en serio quería preguntarle sobre estas cosas cuando fuera a buscarme a su habitación, pero las cosas no salieron del todo bien. Suspiro una vez más y esta vez el suspiro termina en otra sonrisa.
La imagen en mis manos es una de Kai y Ainara, ambos están en el borde de una piscina apoyados sobre sus antebrazos y sonríen a la cámara, ambos se ven muchísimo más jóvenes de lo que son ahora y tome la foto porque dentro del agua detrás de ellos con una enorme y cálida sonrisa se encuentra Luther Metzler. Demostrándome que en algún momento ese hombre cambio y paso a ser el sujeto que hoy está dando todo por arruinar a su hijo.
Suspiro esta vez con pesar porque es triste que llevándose tan bien como alcance a ver en esas fotografías todo haya cambiado tanto entre ellos. ¿Qué paso para que ambos se distanciaran tanto y que hizo cambiar de esa forma al zorro? paso a la siguiente imagen y esta termino acaacariciándolan los dedos, en una imagen del magnate con una amplia sonrisa, esta con el torso descubierto y parece ser uno de los patios de la mansión, joder Kai es increíblemente sexy, mientras recorro la imagen con mis dedos muerdo mi labio inferior disfrutando de la vista.
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