🎭Capítulo 55 - Invitación🎭

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Kai Metzler.

Firmo los documentos que Kenya deja frente a mí, los organizo y se los tiendo para que los archive y envié las copias correspondientes, respiro profundo y tallo mis ojos una vez más, el puto dolor de cabeza que se ha instalado en ella desde hace dos malditas semanas no merma, se mantiene constante y punzante, justo como el puto recordatorio que la periodista me dejo esa noche. Acaricio una vez más mi mejilla sin lograr comprender porque coño se puso así.

¿Qué es lo que está pasando para que haya decidido salir de aquí de esa maldita manera como si alguien la persiguiera y además luego huyera de mí como lo hizo?

Porque aunque todos me digan que es una farsante que seguro encontró lo que estaba buscando y dejo de fingir yo sé muy bien que hay algo más y lo sé, porque cuando sus ojos me miraron lo hicieron con la misma intensidad de siempre, con la misma adoración aunque luego se tiñeron de dolor e ira. Algo está pasando, algo que me estoy perdiendo por completo y me está matando porque dios como duele no tenerla cerca, como me está doliendo no poder hablarle.

Respiro profundo una vez más y cierro mis ojos apoyando mi cabeza en el espaldar de la silla. Trato de alejarla de mis pensamientos pero simplemente no puedo hacerlo, sus ojos, sus cejas perfectamente perfiladas, su nariz, sus labios carnosos rojos y provocativos, su cabello, mierda extraño cada maldito centímetro de la periodista y como me pesa.

— ¿Terminaste? — la voz cabreada de Ajax me saca de mis pensamientos y respiro profundo para verlo.

— ¿El qué? — respira profundo y bufa exasperado.

Él es otro que por algún jodido motivo ha estado de mal humor desde hace casi exactamente el mismo tiempo que no vemos a la periodista, quiero creer que se deba a su mejor amiga y no directamente a que también le pesa su ausencia porque eso sería como una nota de advertencia. Dudo mucho que Ajax sienta algo por Elizabeth, pero fue el primero en poner sus ojos en ella, mas quiero pensar que se debe a Winter y no a Elizabeth.

— De auto compadecerte en silencio — cuando voy a responderle la puerta se abre y Volker entra con expresión cansada.

— Me voy ya a la revista, ¿necesitas algo? — pregunta ignorando por completo a Ajax lo que también termina de confirmar mis sospecha estos dos también están cabreados.

— Sí, sabes muy bien lo que necesito solo asegúrate que lo sepa...— el asiente y fulmina con la mirada a Ajax que lo ve con una sonrisa lobuna en los labios.

Cuando se gira y sale aprovechó el momento de distracción para interrogarlo.

— ¿Qué pasa entre tú y Volker?

— Nada que sea asunto tuyo...— me espeta poniéndose en pie igual de cabreado que yo durante estos días — si terminamos me voy — se gira y sale de la oficina sin decir nada más.

Respiro profundo porque esta ha sido el puto ambiente estas últimas dos semanas, unos días soy yo, otros Ajax y otros Volker, parece que todo se nos juntó a todos e inicio con la periodista decidiendo regresara la revista. Volker la vera hoy después de dos semanas, tenía planificado ir a la reunión personalmente pero si no quiere verme estar presente es demostrarle que me importa y aunque lo hace y mucho, no es razón suficiente para ir y joderle la existencia. No cuando sé que todo esto se debe a algo más que no me ha querido decir.

Me pongo en pie y camino hasta el ventanal y mi memoria evoca la vez que la folle en su oficina sobre esta misma vista, de inmediato mi polla se endurece y respiro profundo, que maldito problema cada que la pienso mi cuerpo reacciona como si la tuviera cerca. Ni siquiera he podido pensar en follar con nadie más porque siento que de hacerlo la estaría traicionando y aunque suene completamente ridículo no me apetece hacerlo con nadie más que no sea ella, ella y ese jodido y espectacular cuerpo que me pone como un maldito tren. Respiro profundo y acomodo mi polla en el interior del pantalón, para luego regresar a lo que se supone mantiene mi cabeza ocupada... el trabajo.

Slave Game ©️ (+21) #SagaGames 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora