Capitulo 621

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A: Mira.

Me enseña su móvil. Una foto en redes en la que su ex se ve muy bien acompañado.

A: ¿Tan rápido me olvidó?

- Esta rodeado de chicas, pero no tiene por qué estar con ninguna de ellas.

Analizo la instantánea.

A: Jo, mamá, mira como aquella rubia con cara de muerta le abraza.

- Pues a mi la rubia con cara de muerta me parece muy guapa.

La pico buscando quitar hierro al asunto. A mi no me parece una foto comprometedora, pero su mirada me asegura que el chiste no le ha hecho gracia.

- Vale, lo siento.

Me disculpo.

- Pero si está con alguien no debiese de importarte.

Suspira.

A: Ya sé que no debería joderme, pero es que...

- ¿Todavía le quieres?

A: Yo que sé.

Coloco mi mano sobre la suya.

A: A veces le echo de menos.

- ¿A él o estar de novia?

A: ¿Las dos cosas?

Su respuesta es una pregunta insegura.

- Cielo, tú sabes que Iván me parece un chico estupendo.

Le recuerdo.

- Pero fuiste tú quien le dejó, y no te vi correr tras el cuando te enteraste quién era realmente Hugo.

Aunque no hubo nada entre ellos, estuvo súper pillada por aquel chaval que tan mal me cae.

- Ni tampoco estas semanas.

Me mira con atención.

- Os habéis querido mucho y por respeto a aquello bonito que habéis tenido creo que merece que le dejes ir.

La hago reflexionar.

- Si aún le quieres, y le echas de menos a él, estas tardando en decirle lo que sientes.

Advierto.

- Pero si no es así, y lo que te duele es el orgullo y lo que te hace falta es compañía, estás siendo egoísta.

A: ¿Por qué no puedo querer a dos personas a la vez?

Su pregunta me deja desconcertada. Nunca había sido tan sincera conmigo respecto a sus sentimientos hacia Hugo. Por más que conozco a mi hija y sé que le gustaba, ella nunca tuvo la valentía de contármelo así, sin reparos.

- Claro que puedes, pero no de esa forma, Alba. El amor es tan especial que cuando encuentras a esa persona que te completa no necesitas a nadie más.

Resopla.

- Además es importante querer a alguien que no solamente te quiera mucho, sino que te quiera bien.

Acierto a decir.

- ¿Sigues sintiendo cosas por Hugo?

A: No paro de pensar en él.

Solloza.

A: Soy tonta, mamá, tenía a un tío increíble conmigo y me fui a fijar en un imbécil.

- ¿Has sabido de él?

Pregunto temerosa. Asiente y se remueve incómoda en el taburete.

A: Me escribe casi todos los días.

Confiesa.

A: Pero le dejo en leído.

Aclara rápidamente. Mi cara debe ser un cuadro.

- Alba, por favor, ten cuidado.

Imploro.

- No te quiero cerca de él.

A: Yo tampoco le quiero cerca.

Promete.

A: Pero es que tampoco tan lejos.

Dice con los ojos encharcados. Coge una bocanada de aire y bloquea el contacto.

La abrazo dandole apoyo, tan aliviada como preocupada a la vez.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora