+ ¿En el suelo?
Estoy tan cansado que necesito corroborar que mi cerebro ha procesado correctamente la información que me ha dado Cami.
~ Si, y no se despierta.
Acota asustada. Me levanto hecho un rayo y subo las escaleras de par en par.
+ Malú.
La llamo. Nuestra hija la ha encontrado desmayada. Para cuando yo llego arriba ha recuperado la conciencia, pero sigue tumbada en el suelo, confundida.
+ ¿Qué ha pasado?
- Iba a ir a buscarte.
Busca recuerdos que se presentan vagamente en su cabeza.
- Me maree y quise apoyarme en la puerta, pero no sé si llegué a tiempo... No me acuerdo.
+ ¿Te has golpeado?
- No sé.
Me mira asustada.
+ ¿Te duele algo?
- No.
Toco su frente comprobando que la fiebre ha bajado un poco, aunque no tanto como esperaba.
+ ¿Puedes incorporarte?
Voy a examinarla.
+ Yo te ayudo.
Le tiendo mi mano. Sé que le faltan fuerzas, pero lo primero es verla capaz de mantenerse en pie.
- A ver.
Se esfuerza por conseguir el objetivo, y la calma vuelve a llegar cuando compruebo que todo está bien.
+ Igualmente creo que deberías de hacerte una analítica, no te haces una desde el embarazo.
Le recuerdo.
- Vale.
Acepta cansada.
+ Ahora vamos a tumbarte.
Lo ojitos se le cierran y por más que lucha por no dormirse, acaba por caer rendida. Ahora mismo solo necesita descansar y que le baje la fiebre.
Narra Malú
Me despierto molesta por la luz que se cuela a través de la persiana. Los rayos de sol anuncian una mañana bien entrada y tras remolonear un par de minutos me levanto.
P: Se ha despertado la bella durmiente.
Me saluda mi madre. Gaby la habrá llamado para que venga a echar una mano.
P: ¿Cómo te encuentras?
- Mejor, mucho mejor.
Prometo.
- ¿Cómo está mi niña?
Me acerco a mirarla y me quedo embobada. Transmite tanta ternura cuando duerme, y mi madre tiene mano de Santa con la pequeña. Siempre consigue hacerla caer.
P: Todavía tiene fiebre.
Me cuenta.
P: Yo creo que le duelen los oídos. No ha querido que la cante y se lleva todo el rato las manitas a las orejas, pobrecita mía.
- Voy a llevarla al pediatra.
Tomo asiento cerca suyo en el sofá en un cómodo silencio sin quitar los ojos de la nena.
P: Por cierto, creo que me he olvidado aquí un pañuelo que me regaló tú tía Reyes, ¿tú no lo habrás visto?
- Que va.
P: Lo tenía cuando comimos todos en el jardín, no lo veo desde entonces.
- Joder mamá, nos están robando cosas en casa...
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Solo el amor nos salvará (cuarta parte)
FanficNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.