Narra Gaby
+ ¿Cómo sigues?
- Mejor.
Tras varios días de playa resguardada bajo la sombrilla, esta tarde ha querido darse el gusto de tumbarse al sol y su alergia se ha presentado recordándole que ha sido una idea fatal.
+ ¿Cancelamos?
Pregunto refiriéndome a la cena en la casa de su prima.
- No sé.
Suspira.
- Me pica que flipas pero no hará diferencia estar aquí o allí.
+ Como tú lo veas.
- Vamos.
+ Vale. Voy a darme una ducha y cambio a las nenas.
- Podríamos darnos esa ducha juntos.
Propone juguetona.
- Que vamos algo cortos de tiempo.
+ Claro.
Le tiendo la mano, invitándola al baño.
+ Lastima que llevemos prisa y no podamos echar un polvo.
Sentencio fingiendo indiferencia. Me muero por hacerla mía y no pienso cortarme.
+ Con lo bien que follamos bajo el agua.
Me lamento.
- Bueno... entenderán el retraso.
Muerde su labio sabiendo lo que aquel gesto provoca en mi.
- Estoy muy cachonda y siempre podemos culpar a las niñas.
Sonríe pícara.
+ Tienes un morro que te lo pisas.
Me uno a sus carcajadas. Iba a hacerme el duro y chincharla un poquito más, pero esta como una cabra y no puedo resistirme, además, la necesidad de lanzarme a sus labios la hace ganadora de esta batalla de piques.
+ Así que estas cachonda...
Beso sus labios y con mis manos atiendo su cuerpo.
- A ver si lo compruebas.
+ No hará falta.
- ¿Por qué no?
+ Porque yo si lo estoy.
Apoyo su mano en mi ya abultada intimidad.
+ Mucho he tenido que contenerme hoy viéndote con este bikini y no poder arrancártelo.
- Estas tardando, cariño.
+ Vaya, alguien lleva prisa.
- Pues teniendo en cuenta que las chicas están en el salón, despiertas.
Remarca.
- Que Alba ya debiese de estar aquí y si no ha llegado estará al caer y que quedamos dentro de 20 minutos; te diré que si, llevo prisa.
Besa mi cuello cual fiera hambrienta. Estoy seguro que la muy canalla me ha dejado marca.
- Además tú también estás muy guapo con este bañador.
Su dedo juega con el elástico que lo mantiene en su sitio, peligrando el tiempo que allí le queda.
- Pero vamos a hacerle el favor a tu amiguito, y le liberaremos.
Cumple con su objetivo y aprovecha la posición de su mano para clavarme la uña, dejándome sin aliento. Sus labios se apoderan de los míos con vehemencia y no he sido capaz de darme cuenta cuando me arrastra a la ducha confundiendo las gotitas de agua con el sudor de nuestros cuerpos agitados.
- Agh, Gaby.
Gruñe apoyada en los azulejos con las piernas cruzadas en mi cintura. Es aquel gemido que lleva mi nombre el que me permite liberarme en su interior.
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Solo el amor nos salvará (cuarta parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.