Capitulo 610

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Narra Malú

- Venga, cálmate.

Meciendo a Sofía le ruego con desesperación.

- ¿Qué tienes, reina?

Pregunto como si pudiese obtener una respuesta. Busco el móvil que deje en la mesa para llamar a mi progenitora, espero encontrar en ella algún consejo que me valga, su sabiduría y experiencia siempre me guían.

P: Hija.

- Hola, mami.

P: ¿Qué le pasa a mi niña?

Inquiere escuchando los lloros de la pequeña del otro lado del teléfono.

- No sé.

Confieso a nada de romperme.

- Estuvo súper quejica por la noche, y hace una hora que no deja de llorar.

Le cuento.

- Me voy a volver loca, mamá.

P: ¿Tiene fiebre?

- No.

P: Puede dolerle la tripa, cógela boca abajo.

- Lo he intentado, pero no se calma.

P: Ya le habrás dado el pecho...

- Sí, pero no acepta, ni tampoco biberón.

P: Tu estas muy nerviosa, Malú, los bebés lloran, ella siente tu agobio y se pone peor.

- ¿Y que hago si apenas he podido pegar ojo?

P: Ya voy yo a echarte una mano.

- Gracias.

No pasan ni veinte minutos cuando mi madre ya está dando vueltas con Sofía por todo el salón. Le cuesta hacerlo, pero consigue calmarla.

- Gracias.

La miro completamente agradecida.

P: No las des, ahora anda, súbete un rato y te duermes una siesta, yo me ocupo de esta princesa.

- Antes voy a desayunar.

Son pasadas las diez y no he tenido tiempo de probar bocado. El cuerpo me exige algo de alimento.

Voy a la cocina a prepararme un zumo de naranja y cortar un poco de fruta, no sin antes ofrecerle a mi madre algo a ella también. Niega llevándose su dedo índice a los labios, pidiendo silencio, Sofi esta a punto de dormirse en sus brazos.

Para cuando tengo lista la bandeja que voy a llevarme al Sofá y sentarme junto a la Pepi dispuesta a atacar el desayuno, la encuentro totalmente pálida, con el gesto desencajado y su atención en el noticiero que tiene puesto en la televisión.

Mis sentidos se bloquean y me dejo caer en peso a su lado sin ser capaz de procesar más información. Lo único que he llegado a oír es que el avión que venía de Barcelona a Madrid se ha caído.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora