Capitulo 645

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+ ¡Carmen!

La sacudo intentando no ser brusco.

+ Carmen, ¡despierta!

Entorna los ojos molesta por la luz y se sobresalta al sentirse mojada. Dormía apoyada en la encimera junto al fregadero. No sé cuanto tiempo llevará el agua corriendo, pero el suficiente para rebalsarse e inundar el suelo dejando la cocina perdida.

C: Ay Dios mío.

Mira a su alrededor consternada llevándose las manos a la cabeza.

A: ¿Qué hacías aquí tan tarde?

Piensa por unos segundos.

C: Iba a lavar unas fresas.

Responde con poca convicción.

+ ¿A estas horas?

C: Me apetecía.

Noto como se hace pequeñita y dejo de indagar. Imagino que los problemas con su hermana le quitarán el sueño.

+ No te preocupes. Vamos a secar todo esto y luego nos vamos a dormir.

Narra Malú

Me despiertan las manitas de Lucía por mi cara. Lo primero que veo al abrir los ojos es aquella sonrisa pícara que tanto la caracteriza y aunque sé que es demasiado pronto porque la alarma aún no suena, es un buen despertar.

- ¿Qué haces aquí tan temprano, tormento?

Risueña la ayudo a subirse a nuestra cama. Gaby ya no está.

= Quelo jugar con tu.

- Estas no son horas.

Intento acomodarla conmigo para poder dormir un poco más, pero es en vano. Esta niña es un terremoto y por donde pasa lo hace con una energía arrolladora.

= A jugar, mami.

Asevera exigente. Quienes me llaman jefa no se han enfrentado a su carácter.

- ¿Y a que quieres jugar tú a estas horas, bicho?

= Salta.

Me informa dando brincos por toda la cama y riendo a carcajadas. ¿Cómo no iba a contagiarme?

- Eres un trasto.

La cojo al vuelo llenándola de cosquillas.

= No.

Ríe intentado escabullirse.

= Más saltar.

Vuelve a llenar la habitación de risas descontroladas y botes sobre el colchón una y otra vez.

= Mira, mami.

Reclama mi atención cuando por un segundo me giro a coger el móvil. Ahora si suena la alarma. Apenas me da tiempo a apagarla cuando escucho el ruido de un golpe y los lloros desesperados. Lu se ha caído y con la punta de la mesita de noche de Gaby se ha dado en la frente.

- Ven aquí cariño.

Le brindo socorro. Se incorpora para correr a mis brazos rodeando la cama, pero retengo el aire cuando su llanto se transforma en un silencio ensordecedor y veo su pequeño cuerpo desvanecerse sobre el suelo antes de llegar a mi.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora