Capitulo 630

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Narra Gaby

Un par de semanas después.

+ Anda, llorica, que estaremos perfectamente, ¿a que si, Sofi?

Dejo una pedorreta en la barriguita de nuestra bebé y luego arrastro con mis dedos una lágrima que marca su recorrido en la mejilla de Malú.

+ Te vas a ir, te lo vas a pasar genial cantando con Alejandro y el domingo llegas para la despedida de Dana.

Simplifico el panorama, buscando darle la calma que necesita.

- Es que mírala, es muy pequeñita.

+ Ya, y estará fenomenal conmigo y sus hermanas.

Beso su sien.

- Ya, si eso lo sé.

Esboza una sonrisa que me mata de ternura.

- Es que os voy a echar mucho de menos.

+ Que va, no te va a dar el tiempo para eso.

Me río. Mañana se va súper temprano y el domingo ya la tendremos aquí.

+ Ahora venga, vamos a hacer un plan romántico  de viernes.

Propongo.

- Vale.

Accede.

- No sé por qué me pongo tan tontorrona antes de irme.

Recuerda nostálgica su última gira. Es cierto que cada vez que se marchaba sin nuestra compañía derramaba unas lagrimillas la noche anterior.

+ Porque eres una madre fenomenal que se preocupa de sus hijas.

Beso sus labios antes de que baje la mirada. A veces no me creo que le sigan dando vergüenza estas cosas.

- ¿Oye, y cuál es ese súper plan romántico de viernes?

Esos ojos llenos de picardía revelan sus intenciones, alejadas completamente de mi idea original.

+ Pues se me ocurren dos.

- Sorpréndeme.

+ Cuando te lo propuse, pensaba llenar la bañera y darnos un bañito mientras te daba un masaje.

- ¿Y ahora?

+ Follarte hasta el amanecer.

- Tu no te cortas ni na'.

Ríe a carcajadas.

- ¿Pero para que decantarnos solo por uno de esos planes tan tentadores si podemos hacer los dos?

Cuestiona.

- Primero me das un masaje, y luego me follas toda la noche.

Achina los ojos.

- O me follas, luego el masaje y me vuelves a follar.

Propone libidinosa.

- Voy preparando la bañera.

Se pone de pie, quitándose la camiseta sin tapujos. La tira al suelo sin apenas mirarme y camina hasta el baño contoneándose, deja caer su sujetador justo en la puerta y solo unos instantes después, me lanza el tanga de encaje negro que me hace enloquecer.

- ¿Te vienes?

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora