Capitulo 657

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Narra Gaby

+ Pequeñajas, id a lavaros las manos, la lasaña ya está lista.

= No me gusta la lalasaña.

Río enternecido con su lengüita de trapo. Lucía está cada vez más mayor y su vocabulario mejora por momentos, pero le siguen quedando algunas palabrillas trabadas que me encantan. No puedo negarlo. Mi niña no deja de crecer y estos errores me llenan de nostalgia.

+ Lasaña, Lu.

= Lasaña.

+ Eso es. ¿Desde cuando no te gusta la lasaña?

= Ayer no me gusta la lalasaña.

Carcajeo por su respuesta.

+ ¿Desde ayer?

= Chi.

+ Vale, prueba la lasaña de papi, que yo creo que es muy rica.

Propongo.

+ Y si no te gusta, buscamos otra cosa.

= Vale, lalasaña de papi.

+ Lasaña.

Río.

+ Anda, ahora corred a lavaros las manitas.

~ Un minuto más.

Pide aún ocupada con su gran construcción.

+ Está bien, voy a subir a avisar a mamá.

Anuncio. Malú se está tardando demasiado.

+ Pero cuando baje os quiero listas.

~ Vale.

Dejo a Sofía sentada en su trona con algunos juguetes. La altura hace que le encante estar allí.

+ Cariño.

Le doy una voz aún desde abajo, pero al no tener respuesta subo a nuestra habitación.

+ Malú...

La llamo, pero de inmediato me callo. Ha caído rendida en nuestra cama, cubierta con su albornoz.

Dudo unos segundos en despertarla y ayudarla a colocarse el pijama, pero al final me decanto por pasar una manta sobre ella y dejarla descansar. Su gesto relajado y la respiración acompasada me indican que lo único que necesita es dormir, y no pienso interrumpirla.

La miro por unos segundos más. Me gusta verla cuando no se da cuenta que lo hago, como ahora, o cuando se ríe distraída; cuando juega con las niñas, como si ella también fuese una; o cuando baila con la música a todo volumen, sin importarle nada.

+ Descansa, bonita.

Susurro apagando la luz.

Narra Malú

Despierto con los primeros rayos de sol que se cuelan por la persiana mal cerrada. Debí de dormirme cuando me tumbe unos segundos agotada anoche. Mi atuendo, a la par con la molestia que siento en la garganta lo confirman, aunque Gaby ha tenido el detalle de taparme con el edredón antes de dormirse el, lo que agradezco, porque las últimas noches de septiembre nos han traído unas temperaturas algo bajas.

Me levanto sigilosa para no despertarle. Todavía le queda poco menos de media hora para dormir. Saco ropa cómoda del armario y me visto antes de bajar a preparar café. Una charla con Alba es lo que me espera.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora