Capitulo 649

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Me quito los cascos y me alejo del micrófono cuando veo a Sol asomar en la pecera con Sofía removiéndose incómoda en sus brazos. Hoy también he tenido que traerla al estudio.

S: Siento interrumpir.

- ¿Qué pasa, gordita?

Hago el amago de coger a mi hija, pero mi amiga da un paso atrás.

S: Ya me apaño yo con ella.

- Querrá dormir.

S: Voy a sacarla a dar un paseo, seguro en el carrito de queda frita, quería avisarte.

- Gracias.

La miro totalmente sincera.

S: Por cierto, Vero lleva un rato llamándote.

- Vale.

Luego la llamo yo. No me gusta interrumpir mi trabajo ni el de mis compañeros. Ya bastante con las pausas que nos exige Sofía.

- Gaby no, ¿no?

Lleva dos días sin apenas hablarme. Desde la discusión de la otra noche, donde le conté toda la verdad.

S: No, pero no te me vengas abajo, anda, que el también está trabajando.

- Como si no lo estuviera...

S: Siempre puedes ser tú la que da el primer paso.

- ¿Después de como me ha hablado?

S: Recuerdo que más de una vez la que ha metido la pata hasta el fondo has sido tu, y el te buscó para arreglar las cosas entre vosotros.

Le excusa.

S: Esta dolido. Esa mujer es importante para él.

- Ya.

Asiento pensativa.

R: ¿Seguimos, jefa?

- Sí.

Beso la cabecita de Sofi y me vuelvo a meter en mi trabajo. Las horas se me escurren como agua entre los dedos haciendo lo que más me gusta y cuando quiero darme cuenta ya estoy montada en el coche.

- Catorce llamadas perdidas.

Río al escuchar que mi mejor amiga contesta su móvil.

V: ¿Tú te crees Malú o una estrella internacional que no me coges el teléfono?

Me obliga a explotar en una carcajada.

- Eres imbécil, no hay más.

Sentencio.

- Estaba en el estudio, y me he tenido que llevar a Sofi otra vez.

Le cuento.

- No puedo hacer tantas pausas.

V: Vale, esta vez te lo perdono. Ya hablaremos de eso y de tus problemas con el maromo, pero ahora tengo que decirte algo importante.

- ¿Qué pasa?

Pregunto con preocupación.

V: Estoy en Madrid.

- ¿ Qué? Pero tú estás loca, ¿Cómo no me has avisado antes que te venías?

V: No si yo quería hacerlo, pero es que tú no coges el movil.

Me chincha.

- Como si no pudieras llamar a Sol, o mejor aún, decírmelo hace un par de días.

V: Que va, me han avisado esta mañana que tenía que venir a solucionar algo urgente del curro. Estoy aquí y mañana a primera hora me vuelvo a Valencia.

- ¿Y Carla?

V: En casa, con Asier.

- Pediré que te preparen la habitación de invitados, no acepto que te quedes en un hotel.

Sé que le proporcionan esa facilidad, pero no estoy dispuesta a perderme una buena charla con mi mejor amiga.

V: Que no preparen nada, no pienso dormir, ni en un hotel, ni en tu casa.

Alardea chula.

V: Y si te hace falta, échate una siesta, porque tú tampoco dormirás esta noche.

Ríe.

V: Madrid nos espera, guapa...

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora