Capitulo 674

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• ¿Y tú por qué crees eso?

- No sé, Ale, intuición.

No tengo pruebas sólidas. Dejar de hablar a Alba desde que la vio con Manu lo hace un niñato inmaduro; un completo gilipollas; un despreciable, pero no un traidor.

- El chaval estudia periodismo.

Le cuento.

• Mi niña, no todos los periodistas son así, además seguro estará empezando y tiene la ilusión de hacer las cosas bien.

- Ojalá pueda darte la razón.

Deseo con fuerza.

- Pero es que desde que Alba me contó que estaban saliendo he estado alerta. No me gusta ese chico.

• Pareces un padre celoso de cualquier tío que quiera acercarse a su hija.

Río amargamente.

- Que no, sabes bien que yo no soy así.

• Ya. Ya.

Suspira lleno de preocupación.

• No sé en que te basas, pero la intuición no suele fallar.

Advierte.

• Tienes que hablar con ella, porque como estés en lo cierto, tu hija va a a necesitarte.

- ¿Nunca has sentido que ser padre te viene grande?

Busco refugiarme en su experiencia.

• Cada día.

Asegura.

• Querer protegerles de todo, tener la palabra acertada, el abrazo a tiempo, la sonrisa justa, el hombro que da apoyo y la mano firme que educa en un balance perfecto es imposible.

Se lamenta.

• Pero hacemos lo mejor que podemos, y con eso está bien.

Reflexiona.

• Y tú eres una madraza, Malú.

Promete.

• No puedes evitarle a Alba el golpe, solo ayudarla a sanar.

- Voy a llamarla, hablamos luego, ¿vale?

• Si, corazón.

- Dale mis recuerdos a Manu.

• Y tú a Alba un besazo.

Estoy por llamarla, cuando el sonido de las llaves en la puerta reclaman mi atención. Aparece con los ojos rojos y gesto triste. Tan solo necesita verme para correr a mis brazos y echarse a llorar como una niña pequeña a la que acaban de arrebatarle su muñeca favorita.

A: Fue Alex.

Solloza.

A: Vendió las fotos.

Se suelta de aquel abrazo para mirarme mientras me lo cuenta.

A: Vengo de estar con el. Por fin conseguí que quedemos y hablar.

Resoplo y la miro atenta dispuesta a escuchar toda la verdad.

A: Nunca sintió nada por mi.

Confiesa dolida.

A: Me estaba utilizando por ser tu hija.

Gimotea amargamente.

A: Te odia a ti y me usó a mí.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora