Capitulo 656

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= Mami.

Soy recibida con un abrazo a mis piernas nada más cruzo por la puerta de casa.

- Hola, bichito.

Me agacho para quedar a su altura y devolverle las atenciones.

= Juega con nosotras.

Exige señalando el gran palacio que han construido para sus muñecas en la mitad de salón. Cami está tan concentrada que apenas se da cuenta de mi presencia.

- Pero que bonito.

Aprecio su trabajo.

- ¿Tu no vienes a saludarme, angelito?

~ Hola.

Desvía su mirada hacia mi, y luego vuelve a lo suyo.

- Dame un beso.

Exijo ganándome su sonrisa traviesa. Ahora si que no va a hacerme caso.

~ No.

Ríe.

+ Cariño, ya estás aquí.

Sale de la cocina con un delantal atado a su cintura.

- Vaya chef más guapo.

Le piropeo poniéndome de puntillas para besarle.

- Podría acostumbrarme a que me recibas así cada día.

Saboreo sus labios.

- Cenita lista y tú en esa pinta tan sexy.

+ Que morro tienes.

Me saca la lengua y vuelve a meterse en la cocina. Sigo sus pasos y me deleito con el olor que proviene del horno.

- Huele que alimenta.

Valoro.

+ Espero que esté bueno.

Me enseña la lasaña de verduras que le ha mantenido ocupado.

+ Sube a ponerte cómoda, esto ya casi está.

- Gracias.

Acaricio su mejilla.

- ¿Alba esta en su habitación?

+ No, ha quedado con sus amigas.

- Joder.

+ ¿Ha pasado algo?

- No sé.

Resoplo.

- Mi madre, que me ha dicho que quería hablar conmigo pero no sabe el qué tiene que contarme.

+ No será nada importante.

Pasea sus manos por mis hombros, bajando por los brazos hasta alcanzar mis dedos y entrelazarlos con los suyos. Sabe bien cómo tranquilizarme.

+ Cuando ha llamado para avisar que se iba con las chicas estaba muerta de risa.

- Ya.

Contesto resignada. Creo que me quedan unas horas comiéndome la cabeza y aguantando la intriga, y no sé si podré esperar hasta que vuelva. Entre la noche de ayer, y hoy todo el día sin parar de currar, el cansancio que llevo hace que me duerma por las esquinas.

+ Date una ducha mientras yo acabo aquí.

Deja un beso cariñoso en la punta de mi nariz.

+ Luego cenamos y tú te vas a la cama. De las niñas me ocupo yo, y con la mayor hablas mañana.

- Eres un cielo.

Acepto gustosa. No tengo el cuerpo para negarme.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora