Capitulo 681

192 17 6
                                    

Narra Gaby

+ ¿Qué haces, Lu?

Se sobresalta al oírme y se gira para verme apoyado en el marco de la puerta de su habitación. Malú se oculta detrás de mi cuerpo y dudo que la nena haya reparado en su presencia.

= Me voy de casa.

Contesta llena de seguridad y el ceño fruncido.

+ ¿Y vas a llevarte todas tus cosas?

Intento no explotar en una carcajada y mantener la seriedad que nuestra hija requiere en estos momentos. Una pequeña maleta rosa de plástico llena de peluches y muñecas promete ser su cómplice y gran compañera en esta aventura.

= Sí.

+ ¿Por qué te vas?

= Mami no trayó su vestido de princesa y yo quelo verlo.

+ ¿Su vestido de novia?

La corrijo enternecido.

= Sí.

+ Jo, pero vamos a echarte mucho de menos, ¿y tú a nosotros no?

= No.

+ ¿Estas segura que te vas?

= Sí.

Le doy un guantazo suave a Malú que ríe silenciosa, pero a carcajadas.

- Quita, voy a hablar con ella.

Intenta apartarme pero me niego. Lucía parece muy decidida y me apetece ver hasta donde piensa llegar.

+ ¿Me das un beso antes de irte?

= No, yo enfadada.

+ Vale.

Acepto validando sus sentimientos. Menudo carácter tiene la enana y vaya idea se le ha metido en la cabeza.

+ Pues nada, adiós, Lu.

Me despido dejándola pasar. Sin dudarlo ni por un momento sigo sus pasitos, que atraviesan el jardín llenos de seguridad y la van perdiendo cuando cruza el portal que da a la calle.

- Que malo eres.

Ríe flojito mirando a la niña apenada.

+ Pero si quitarle una idea de la cabeza a Lucía es más difícil que quitártela a ti.

Le saco la lengua sin perder de vista a Lu. Tan solo ha avanzado unos pocos metros, pero ha dado media vuelta para meterse en casa una vez más, corriendo a toda prisa, asustada por los ladridos de un perro.

- Yo de niña hice lo mismo.

+ ¿En serio?

Me río. Aunque para nada me sorprendo.

- No me acuerdo mucho que pasó, pero mi padre siempre se ríe de mi. Dice que me quería fugar de casa y volví a los pocos minutos.

+ Pues ahora ve y habla con ella. Ya tendrás experiencia sintiéndote identificada y sabrás bien que decir.

Río dejándole todo el marrón a Malú.

- Capullo.

Tira del borde de mi camisa para besar mis labios.

- Si que iré a hablar con nuestra hija.

Remarca la palabra que denomina la responsabilidad que tenemos en común.

- Porque aunque no se qué coño decirle.

Sonríe pícara.

- Intentaré contenerla, porque soy una buena madre, no como uno que yo me sé, que pretendía dejarla escapar.

Me mira triunfal y se da la vuelta, sin permitir que le devuelva la pullita.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora