- Eres una tragona.
Sonrío enternecida acariciando los mofletes de Sofía. Acabo de terminar de darle el pecho y me mira súper despierta.
Con mi vuelta al trabajo son cada vez más los biberones que toma y los ratitos de amamantar en los que el mundo parece detenerse solo para nosotras escasean, por eso, la primera toma de la mañana y la última de la noche las disfruto a pleno.
- No te vayas a montar una fiesta, que es hora de dormir, renacuaja.
Advierto graciosa al verla balbucear y dar manotazos al aire. La verdad es que me muero de amor con ella. A sus cinco meses es de lo más espabilada y conquista a cualquiera.
- Venga, princesa, vamos a dormir que parece que papá no tiene intención de subir a hablar conmigo.
Me quejo acomodándola en su cuna. Sigue durmiendo en nuestra habitación. Con la yema de mis dedos voy dejando caricias por su carita hasta relajarla.
+ Pensaba encontrarla despierta.
Para mí sorpresa entra a los pocos minutos a nuestro dormitorio.
- Le he dado unos mimos y se ha quedado a gusto.
+ Que mayor está.
Comenta sin apartar su dulce mirada de ella.
+ Y cada día se parece más a ti.
- Tiene tus ojos.
Aseguro conforme. Me enamoraron desde el primer momento.
+ Sí.
Nos quedamos en silencio.
- ¿No vas a decir nada?
Decido romperlo.
+ ¿Qué debería decir?
- Pues no sé, algo.
Reclamo.
- ¿La charla en el coche, te vas a correr y parece que de quien te escapas es de mi, apenas me diriges la palabra en toda la cena y ahora pretendes que todo esta normal hablando de lo mayor que está Sofía?
+ Vamos a dejarlo estar.
Río sarcástica.
+ ¿Qué? No me apetece discutir.
- A tomar por culo.
Enfadada me meto en el baño. Será gilipollas.
+ Ven aquí, enfadica.
Da suaves golpes en la puerta.
- Que morro tienes.
Le grito. ¿El pasa de todo y yo soy enfadica?
+ Malú, no quiero discutir contigo.
Suspira cansado.
+ Pero si quieres que hablemos, lo haremos.
- No hay nada que discutir, Gaby, Carmen me ha pedido la mañana libre para hacer unos recados y se la he dado. Sofía se queda con mi madre y ya está.
Zanjo saliendo únicamente en bragas. La camiseta que uso para dormir se me ha quedado sobre la cama.
+ Eso no explica que ya no confíes en Carmen para estar a solas con las chicas.
Cambia el tono de voz a uno conciliador y desvía su mirada a mis pechos. Me cubro para seguir manteniendo una charla en condiciones, pero ahora es él quien busca mis labios.
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Solo el amor nos salvará (cuarta parte)
FanficNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.