Capitulo 699

193 14 5
                                    

A: Que me atraganto

Alba ríe con la boca rebosada de uvas. Mis primos compiten por quien las acaba primero y ella no ha querido quedarse fuera. Gaby y José tampoco lo han hecho. Yo solo les miro divertida sin participar, aunque ellos insistan en que soy una aburrida. Se equivocan, me río más que nadie. De ellos.

+ Feliz año nuevo, mi amor.

Su brazo me rodea por la cintura, invitándome a girarme para cruzar mis manos por su cuello y besarle llena de sentimientos. El año no podría empezar de mejor manera.

- ¿Has abandonado la competición?

Pregunto graciosa relamiendo el sabor dulce de las uvas que aún conservan sus labios.

+ Me ha dado lastima ganarles con tanta ventaja, y he decidido hacerme a un lado para venir a saludar a mi mujer.

- Tienes un morro que te lo pisas.

Carcajeo sin separarme de él.

- Has perdido.

+ Yo no pierdo nunca.

Alardea chulo.

- Ya quisieras guapo, ¿hace falta que te recuerde todas las veces que te has consagrado como el mayor perdedor?

Río haciendo referencia a juegos y sobretodo a nuestras apuestas y piques sin sentido que tanto nos gustan, sin enterarme que estoy por empezar uno de ellos.

+ No, eso es porque tú tienes muy mal perder, y como yo te quiero tanto, me sacrifico por ti.

Se me escapa una carcajada repleta de ironía.

- Tu eres de lo que no hay.

Prometo arrepintiéndome al instante. Sus manos han atacado mis costados haciéndome tantas cosquillas que no me queda otra que gritar por socorro.

+ Repite eso de que soy un perdedor.

- No, no, si que lo haces por mi.

Corrijo sin poder para de reír, me tiene atrapada entre sus brazos que no parecen querer darme tregua.

+ Repite conmigo.

Propone la única opción de dejarme recuperar la libertad.

+ Tengo al mejor marido del mundo y se sacrifica por mi dejándome ganar siempre.

- Ya decía yo que no soy la que tiene mal perder.

Otra vez me ataca a cosquillas.

- Vale, vale.

Accedo entre carcajadas.

- Tengo al mejor marido del mundo.

Repito.

+ ¿Y que más?

- Y te quiero mucho.

+ Yo también a ti.

- Ahora déjame salir.

Pido poniendo caritas.

+ Te falta algo.

- Te odio.

Le hago reír. Iba de lista si me creía que me perdonaría el reconocimiento que alimente su ego.

+ Hasta hace un momento me querías.

- Pues va a ser que ya no.

+ ¿Ves como tienes mal perder?

Insiste sin liberarme.

- Ni tan malo como el tuyo.

P: Niños, niños.

Nos interrumpe mi madre risueña y dándonos por caso perdido.

P: Pero si parecéis dos críos.

- Es él, mamá, que es mu' inmaduro.

Le acuso divertida.

P: Ya, ya, yo no me meto en vuestras cosas, pero ven aquí y dame un abrazo que es año nuevo.

- Ya has oído a mi madre, aparta.

Empujo a Gaby haciéndole reír una vez más y me abrazo cariñosa a la Pepi, mirando a mi chico y aprovecho la posición para sacarle la lengua, protegida por mi progenitora.

+ Te vas a enterar.

Promete amenazante moviendo los labios.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora