Capitulo 723

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Narra Malú

- Buenos días.

Saludo a mi niña que corretea sin equilibrio por el salón. Sus pasitos cada día van ganando más seguridad, aunque sigue andando despatarrada y muy graciosa.

- Ven aquí a darle un beso a mamá, Sofía.

Me agacho a su altura esperando recibir sus bracitos por mi cuello. Se me hace mayor.

- ¿Tu por qué te despiertas tan pronto?

Reclamo achuchándola. Sus hermanas aún no se han levantado para ir al colegio y Gaby sale de la cocina con dos tazas de café, cediéndome una.

- Gracias.

+ Lo mismo le he preguntado yo.

Le hace una carantoña con cara de sueño.

- ¡No, Sofía, las manos en los enchufes no!

Salto a por ella. Vaya niña curiosa, están todos entaponados  y ha conseguido hacerse sitio en el único que hemos dejado sin cuidado por estar detrás del esquinero.

+ No voy a decirte yo que tiene a quien salir porque no soy tú madre pero yo era un bebé súper tranquilo.

Ríe.

- Y suerte ha tenido de parecerse a mamá, ¿a que si, cielo?

Le sigo el juego graciosa. Yo creía que con Lucía ya había pagado por todas mis trastadas, pero ya veo que no. Sofi es prometedora.

+ Voy a despertar a las nenas.

Deja un beso en la frente de la niña y desaparece escaleras arriba. Poco tardo en tener a sus hermanas adormiladas a mi alrededor quejándose de no querer ir al colegio.

- Hala, vamos que luego os la pasáis súper bien jugando con vuestros amigos.

Les recuerdo.

~ En casa también lo pasamos bien.

Suspira Cami desganada por el sueño.

- No tanto, ademas papá se va a trabajar y yo también, no podemos jugar con vosotras.

~ Ilenia si.

Argumenta.

~ Sofi se queda todos los días con ella, nosotras también podemos.

Niego. Ellas tienen una obligación que la más pequeñaja no, pero me recuerda que tengo que hablar con ella. Lo haré en cuento llegue.

...

..

- Voy a darme una ducha.

Anuncio antes de meterme al baño. Ilenia está recogiendo los dormitorios mientras Sofi le tira cosas al suelo tras sus pasos. Pobre chica.

- Y tú no des más guerra, bicho.

Amenazo con una carantoña a la niña agachándome a levantar la muñeca que acaba de tirar.

I: Así todos los días.

La reprocha divertida. Nos tiene a todos a sus pies.

- Oye, quería comentarte algo.

I: ¿El qué?

Me mira preocupada.

- ¿Sabes donde podrían estar las llaves de repuesto que siempre dejamos en el recibidor?

I: No, pero cuando Sofi duerma la siesta doy vuelta todo buscando.

- No hace falta.

I: Claro que si, unas llaves no caminan solas, en algún sitio tendrán que estar.

- Ya, es que no faltan sólo las llaves. Tampoco encuentro unos pendientes de oro de Camila, y a Alba le faltan cien euros.

Decido no mencionar el chupete que tiene un valor sentimental.

Me mira haciéndose pequeñita.

- Solo quería saber si tú habías visto algo.

Zanjo el tema. Como no vaya a arreglarme para salir llegaré tarde y odio las impuntualidades.

- Ahora si que me voy.

Beso los mofletes de Sofi.

I: Aquí están los cien euros.

Me tiende el dinero.

I: Y los pendientes...

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora