Narra Gaby
La habitación apenas iluminada por la luz de la luna y algunas estrellas ha sido testigo muda del amor que nos profesamos. Nuestros gemidos la banda sonora de una noche inolvidable y el sudor de nuestros cuerpos lo único que nos viste. Tras el segundo asalto sigo dentro de ella. Agotados y saciados nos miramos a los ojos, comunicándonos de la forma más sincera que sabemos. Beso la lágrima que quiere escapar de uno de ellos.
+ Estoy aquí.
Le recuerdo con una sonrisa. Sé que después de entregarnos en cuerpo y alma la invade la emoción al saberme con ella.
Me devuelve el gesto, pero en cosa de segundos lo convierte en un puchero que invita a algunos otros lagrimones desobedientes.
+ Ven.
Me quito para tumbarme a su lado, instándola a refugiarse en mí mientras gimotea. La abrazo para tenerla bien pegadita a mi cuerpo, como tanto nos gusta. Sintiéndonos, piel con piel, pero ahora sin más pretensiones que disfrutar de estar juntos.
- Creí que iba a morirme de tristeza.
Musita sorbiendo la nariz.
- No me imagino la vida sin ti, Gaby.
Me desvela sus sentimientos.
- Aunque pueda, no quiero vivirla sin ti.
Su confesión me enternece y enamora un poquito más si cabe. ¿Cómo puede ser tan adorable, tan fuerte y tan frágil a la vez?
+ No lo harás.
Prometo.
+ Que soy muy pesado y te quiero seguir dando guerra hasta que seamos viejitos.
Beso su pelo y aunque por la posición no puedo verla, intuyo la curva que se dibuja en sus labios.
+ Además hace casi un año de nuestro viaje a Grecia.
Se gira para verme. Su confusión me hace gracia.
+ Y allí te pedí que te cases conmigo.
Juego con el anillo que desde entonces viste su dedo anular.
+ No puedo morirme antes de verte de blanco para mí.
Coloco un mechón de pelo tras su oreja con cariño.
+ Ni quiero que pase más tiempo sin hacerlo.
Me mira ojiplática. Creo que no esperaba esto ahora, pero todo lo que ha pasado me ha hecho reflexionar y es cierto que no quiero pasar más tiempo sin casarnos. Sin irnos de luna de miel. Sin dedicarnos cada momento para amarnos.
- ¿Me estás...?
+ Te estoy pidiendo que te cases conmigo, otra vez.
Río.
+ Porque no tengo ninguna duda de que eres la mujer de mi vida, y estoy deseando que busquemos una fecha para pararme contigo en el altar.
- Hace un año te dije que era lo que más anhelaba.
Me recuerda.
- Y hoy vuelvo a decírtelo.
Me regala un pico que sabe a gloria.
- Lo que más deseo en el mundo es convertirme en tu mujer.
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Solo el amor nos salvará (cuarta parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.