Capitulo 609

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Narra Gaby

Martes.

+ Menudas caras de pocos amigos.

Río al encontrarme con mis dos compañeros para devolver las tarjetas de nuestras respectivas habitaciones del hotel. Cogeremos un taxi al aeropuerto juntos y allí el vuelo a Madrid.

En: Me siento como cuando era un chaval y tenía que empalmar la salida de una noche con la clase de la mañana siguiente.

Se queja Enrique gracioso. Es el único de los tres que no tiene hijos. A Javier y a mi, han sido ellos quienes nos han acostumbrado a dormir poco.

Ja: No exageres, anda.

El trayecto lo hacemos sin hablar mucho. Estamos todos cansados. Al llegar entregamos nuestros equipajes en la zona de facturación y pasamos a por el café que no nos dio tiempo en el hotel.

+ Si me disculpáis, voy a hacer una llamada.

Me alejo para tener algo de privacidad.

- Buenos días.

+ Hola, bonita.

Su voz al saludarme suena cargada de sueño. No creí que iba a despertarla a estas horas, tiene que llevar a las niñas al colegio.

+ ¿Te has dormido?

- No, pero Sofi me dio guerra por la noche. ¿Tu estas ya en el avión?

Se interesa.

+ No, ahora en nada subimos. ¿Qué le pasó a la enana?

- No sé, se despertaba todo el rato, esta súper pesada y por momentos me desespera que no puede hablar.

Se queja.

+ Tranquila, hoy ya me ocupo yo.

- Eso me gusta.

+ Venga cariño, te dejo ya, que estos pesados me hacen señas para que embarquemos, se está haciendo cola.

- Vale, buen viaje.

+ Te quiero.

- Y yo.

Un sonoro beso llega a mi oído haciéndome sonreír antes de terminar la llamada.

Me acoplo a mis colegas esperando a que abran las puertas. Conversamos de forma distendida, hasta que el barullo que se forma cerca reclama toda nuestra atención.

# ¡Un médico! ¡Por favor, un médico!

Aquella llamada de auxilio nos alerta. Los tres corremos con prisa, abriéndonos paso entre la multitud. Algunos miran asustados, otros lo hacen morbosos, pero son escasos los que no desvían su atención de los quehaceres que les ocupan para centrarse en aquella muchacha que no debe pasar los diecisiete años y desesperadamente pide ayuda para salvar a la anciana que se encuentra tumbada en el suelo junto a ella.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora