Capitulo 640

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C: Mejor en un rato.

Mira a las niñas que entre carcajadas juegan con la espuma, inventándose barba. Entiendo que busca una privacidad que las enanas no pueden darle.

- Vale.

Accedo.

- ¿Te ocupas?

Le pido señalando las toallas preparadas para sacarlas.

C: Claro.

~ Un ratito más.

C: Vale, pero solo cinco minutos.

= Seiz minutos.

Zanja. Como le gusta tener la ultima palabra.

- ¡Tormento!

No puedo evitar reír antes de salir del baño.

...

.

+ Me voy.

Anuncia. Me giro a mirarle. Lleva ropa de deporte y le coloca la correa a nuestra perrita que no para de mover el rabo. Danka se le acerca deseosa de acompañarles en el paseo.

+ Que no, reina, tu ya no me aguantas el ritmo.

Le acaricia el lomo dulcemente.

- Gorda, tu te vienes con mamá a jugar en el jardín.

Cojo una pelota y la guió fuera. Que mayor está mi fiel compañera.

+ He dejado dinero para la cena en el recibidor.

- Vale.

Hago morritos para recibir un pico. Lo consigo, pero es de esos que llevan tanta desgana escondida en prisas que apenas siento el roce de sus labios en los míos.

- Joder.

Protesto silenciosa.

- A ver si tú también vas a negarme un beso.

Le reclamo a Danka que se escaquea de mi ataque de cariño.

- ¡Carmen!

La llamo desde fuera. Trae la ropa de las chicas en la mano.

- ¿Qué querías decirme?

C: Nada, que las niñas ya están con el pijama, se han quedado arriba dibujando.

- Vale, pero antes, ¿de que querías hablarme?

C: Ah... bueno... este... que...

- Venga, mujer, hay confianza.

C: Mañana tengo una cita al médico, ¿podría...?

- Tomate el tiempo que te haga falta, Sofía se queda con mi madre.

C: Gracias.

- ¿Te encuentras bien?

Suspira.

C: Todos hemos notado que se me olvidan las cosas, y bueno, a mi edad...

- Tienes nuestro apoyo, para lo que necesites.

C: Gaby no lo sabe.

Me mira suplicante.

C: No quisiera decirle nada, hasta saber que piensa el médico.

- No seré yo quien se lo diga.

Su secreto esta a salvo conmigo.

- Pero tú bien has dicho que todos lo hemos notado.

Niega.

C: Gaby piensa que estoy distraída porque tengo la cabeza en problemas familiares.

- Vaya.

C: Nada de lo que sabe es mentira.

Asegura.

C: Mi hermana está pasando por muchas dificultades y lo que más quisiera es poder ayudarla.

Confiesa.

C: Pero no creo yo que a mi se me olviden las cosas por ello. Ya me gustaría.

Niego. Yo tampoco lo creo, pero habrá que esperar el diagnostico de un profesional.

- Haces bien en ir al médico.

Sonrío compasiva.

- Cuenta conmigo para lo que sea, ¿vale?

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora