Capitulo 691

232 18 6
                                        

Narra Gaby

+ Calla o vas a despertar a todo Dios.

Río y opto por besarla para ahogar sus gritos de placer en mi boca.

- Agh, joder.

Se queja buscando aún más contacto entre nuestros cuerpos sudorosos. Me he ocupado de hacer desaparecer su vestido nada más cerrar la puerta de la que será nuestra habitación por esta noche, y ella ha hecho lo propio con mi camisa azul y los pantalones beige. Tenemos suerte de que todos duermen la mona o están demasiado ocupados en lo mismo que nosotros para estar pendientes del ruido que hace el cabezal de la cama de madera sobre la pared, o de los jadeos que escapan a gritos de la boca de Malú, que nunca ha sabido ser silenciosa, pero aún así, mi futura mujer se está empeñando hoy más que nunca en que toda la ciudad se entere de que estamos echando uno de los mejores polvos de nuestra vida.

- Más.

Exige que le de ritmo a mis dedos en su interior arqueando la espalda.

+ A sus órdenes, jefa.

Dejo un reguero de besos que va desde su mandíbula hasta uno de sus pechos y al momento de morder sin reparos su pezon, introduzco un tercer dedo que la hace gemir con fuerza.

- No pares.

Implora y tira de mi pelo para atraerme hacia ella. Me mira por un segundo, sus ojos destellan fuego y sus labios devoran los míos con premura mientras que con su mano atrapa mi largura.

Un gruñido me asegura que ha alcanzado las puertas del paraíso y tras algunos segundos que se toma para recuperar el aliento nos hace girar para ser ella la que lleve el mando.

- Te juro que vas a recordar esta noche toda tu vida.

Promete llena de lascivia. Recorre todo mi cuerpo con besos húmedos que me pierden sin dejar las torturas ni por un momento con una de sus manos atacando mi miembro, hasta que decide empezar a hacerlo con la boca.

+ Para.

Suplico.

+ Para, que voy a correrme.

Insisto casi vencido, pero no tiene intención de hacerme caso, y cuando estoy a punto de perder la razón, se coloca a horcajadas sobre mi cuerpo, haciéndonos encajar como dos piezas de un rompecabezas que fueron separadas pero estaban hechas para juntarse.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora