Conduzco a casa disgustado. No me gusta discutir con Malú, pero menos me gusta que me oculte las cosas, y es lo que está haciendo ahora con Carmen. Dice que está distraída, yo también lo he notado, pero la mujer que me ha visto crecer y convertirme en un hombre con responsabilidades, echándome una mano para facilitarme la vida, tiene preocupaciones en la cabeza. Sus problemas me los ha contado a mi, no a mi chica, por lo que puedo entender que a veces se olvide de qué le hemos pedido que prepare de cena o avisarnos de algún mensaje. Lejos está de ser irresponsable o como dice Malú, una negligencia dejar a las nenas a su cargo.
+ Joder, ¿Qué es ese olor?
Exclamo sofocado nada más entrar a casa.
+ ¿Carmen?
La llamo desde la cocina.
+ ¡Carmen!
Insisto al darme cuenta que no está aquí, y voy directo a apagar la vitrocerámica. Se ha quemado la cena.
C: Gaby, hijo, se me ha ido el santo al cielo.
Se disculpa avergonzada.
+ Que no pasa nada, mujer.
Aseguro abriendo las ventanas.
+ Ya llamo yo al japonés.
Le resto importancia al incidente.
+ Cuéntame como estas.
Suspira.
C: Bien, hijo, bien.
La miro dubitativo.
+ ¿Cómo siguen las cosas de tu hermana?
Me intereso. La malagueña se fue hace años a Galicia, enamorada perdida por un hombre que le prometió el oro y el moro, dejándola por otra mujer quince años más joven que ella, sola con tres hijos y más deudas que recuerdos.
C: Esperando a que la mayor se saque las oposiciones. Necesitan que se ponga a trabajar y les ayude con el dinero.
Me cuenta.
+ Todo va a salir bien, Carmen.
Acaricio su brazo derecho.
+ Y si necesitas que te preste dinero, cuenta con ello.
Sé que intenta juntar un poco más para ayudar a su hermana.
C: Gracias, Gaby, pero no hace falta.
Sonríe agradecida.
C: Y ahora vete arriba, que yo me ocupo de preparar alguna otra cosa para la cena.
+ Tú no hagas nada, vete a abrir las ventanas del salón que toda la casa huele fatal, de la cena me ocupo yo y ya te he dicho que solo haré una llamada.
- Hola.
Oigo su voz y los pasos de las nenas corriendo escaleras arriba y varias carcajadas, quizás que se traen entre manos.
- ¡Que olor!
Exclama.
- ¿Qué ha pasado?
Pregunta dándome un pico fugaz mientras cojo a Sofía de su carrito.
+ Estaba preparando la cena, pero me lié y se me ha quemado.
Evito que nuestras miradas se crucen, sé que las mentiras no cuelan con ella, pero este no es un buen momento para que Carmen vuelva a fallar frente a Malú.
A: Pues si que te has liado, papá.
Protesta haciendo aspavientos.
A: Toda la casa huele horrible.
- Sí.
Se una a la queja de nuestra primogénita.
- ¿Y por qué estabas preparando la cena tú?
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Solo el amor nos salvará (cuarta parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.