Capitulo 669

198 16 4
                                    

Narra Malú

Me desperezo con calma. Ha sido una noche estupenda y me siento descansada, lo que me hace adivinar que Gaby se ha llevado a las nenas para dejarme dormir tras nuestra intensa noche de mucho sexo. Nuestro último asalto fue entrada la madrugada.

- Buenos días, Ilenia.

Saludo apareciendo en el salón con el pijama y una sudadera bien ancha de andar por casa. Anoche caímos rendidos y desnudos, y aunque creo que mi chico me tapó con el edredón antes de irse, me he despertado helada.

I: Buenos días.

Los primeros días con ella en casa fueron un poco raros, pero ha demostrado ser una chica responsable que ha sabido separar su trabajo de todo lo demás y con las niñas es estupenda.

- Mi gorda, ¿Qué te hace reír tanto?

Lleno sus mofletes de besos. Sus carcajadas se oyen desde las escaleras.

I: Nos lo estamos pasando muy bien, ¿a que si, Sofi?

- ¿Acompañas a desayunar a mamá?

Hemos empezado a darle de probar algunos alimentos y creo que nada la hace disfrutar más que comer con alguno de nosotros.

A: Hola.

- ¿Ya te vas?

Lleva prisa. Apenas se ha parado a coger algo para llevarse por el camino.

A: Si, me he dormido.

Se queja cansada.

A: Vuelvo tarde.

Anuncia.

A: He quedado con Manuela después de clases.

- Que te diviertas.

Le deseo sin ser oída. Ya se ha ido. Suspiro recordando la conversación que tuve con la hija de mi cuasi hermano en Sevilla. Ya no quedan tan a menudo y creo que Alba la busca, pero Manu consigue escaquearse y no puedo juzgarla. No quiero que sufra. Además Alba seguro le ha contado lo de Alex, porque con él si que queda día si y día también.

El timbre me saca de mis pensamientos.

P: Pero mirad quien hay aquí.

Mi madre entra saludando a la pequeña y pasando completamente de mi.

- Voy a ponerme celosa, mamá.

P: A ti ya te tengo mu' vista.

Me pica dejando dos besos cariñosos en mis mejillas.

- Yo también te quiero, ¿eh?

P: Mira lo mayor y lo guapa que está mi nieta.

Devuelve su atención a Sofía que relame la cucharilla con la que le he dado su fruta.

P: No me digas que no va a venir con nosotras.

Insiste una vez más en que la niña nos acompañe. Ya me ha comido la cabeza por teléfono.

- Que si la dejamos en casa tardaremos mucho menos.

Vuelvo a argumentar. Tenemos que ir a por las invitaciones y luego una reunión con los de decoración. La boda ya está aquí.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora