Capitulo 738

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- Si por un beso pones la vida, que importa tú sexo, si pones el almaaaaa...

Los confetis caen por el recinto y mi mujer lo da todo en la última canción de este concierto, salta y baila enloquecida disfrutando cada segundo junto a su banda.

- Hasta muy pronto, Zaragoza.

Abandona el escenario.

- ¡Gracias!

Sin poder verla, el público puede oír su agradecimiento.

= ¡Mami!

~ ¡Mamá!

Cami y Lu se aferran a ella eufóricas, siguiendo sus pasos hasta el camerino. Sofi ya está cansada y con una rabieta exige los brazos de su madre que por la adrenalina ignora los lloros de la niña y Alba la mira destellando tanta admiración que creo que ni ella misma se acuerda que la ha adoptado y también conoce a la perfección a la mujer detrás de la artista.

A: ¡Que pasada, que pasada!

- ¿Os ha gustado?

Pregunta con una sonrisa que no le cabe en la cara.

A: Pffffff, ha estado brutal.

Promete.

~ Mucho.

= Chi.

~ ¿Podemos ir a otros conciertos?

- Claro que si, esto recién empieza.

Asegura entusiasmada.

- ¿Qué le pasa?

Repara en el llano de Sofía.

+ Son casi las doce de la noche y la pobre ya no sabe que hacer de tanto sueño.

Sonrío enternecido. Que lastimilla me da mi pequeña.

- Trae, a ver si conmigo se calma.

+ No, mejor me la llevo a un sitio más tranquilo.

Propongo.

+ Tú date una ducha y luego nos vamos.

- Que va, vamonos ya.

Me contradice.

- La ducha me la doy contigo en el hotel.

Susurra en mi oído, fingiendo que quiere acariciar a la nena para no ser descubierta por las otras. Su voz suena tan llena de deseo y su mirada de lujuria que me la follaria aquí mismo.

J: Siento interrumpir.

Jose entra sin apenas tocar la puerta.

J: Enhorabuena canija, vaya pedazo de concierto.

- Enhorabuena.

Le corresponde el saludo.

- El éxito es de todos.

J: Nos vamos a ir a celebrar al garito de un conocido de Yago, ¿os venís?

A: Si.

- La invitación no era para ti.

Carcajea.

J: Que si, que si, yo mismo me ocupo de emborrachar a mi sobrina.

A: Anda, por favor, mamá.

Me mira buscando mi opinión.

+ Lo que a ti te apetezca.

- Mejor nos vamos al hotel, las niñas tienen que dormir.

Argumenta libidinosa.

A: ¿Yo puedo ir?

+ Está bien.

Accedo.

+ Pero si quieres tener más hijos más vale que la cuides.

Amenazo divertido a José que acepta riendo a carcajadas por la advertencia exagerada.

- Venga chicas, al coche.

Besa la mejilla de Alba y de su hermano despidiéndose y avanza con las pequeñas.

J: ¿Estas seguro que no os apetece veniros un rato?

Insiste antes de que la siga.

+ Que va, la jefa manda y ha dicho que no.

Río.

J: Ya, ya... mejor no le lleves la contraria y ponte condón, que Sofía todavía es muy pequeña para tener un hermanito y yo ya conozco como celebra mi hermana...

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora