Capitulo 613

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Me desespero al imaginarla rota creyendo que yo iba en aquel avión y no poder hablar con ella. No hace caso al móvil y nadie me coge el teléfono de casa.

Mando mil mensajes a toda mi familia avisando que no me pasó nada, que yo no cogí aquel vuelo, sé que estarán todos devastados. Tras hacerlo sigo insistiendo con el móvil de Malú, pero es en vano.

Narra Malú

El silencio reina entre nosotros. Mi madre no se ha alejado de mi ni por un segundo, José ha venido nada más enterarse de la desgracia y mis suegros llegaron poco antes que él. Alba solloza rota abrazada a Erika que deja caer sus lágrimas sin reparo y la mirada de Sergio esta tan impregnada en dolor que parece otra persona.

J: Yo abro.

Se levanta del sofá al oír el timbre. Será Luis, al enterarse ha querido pasar las primeras horas de duelo con nosotros.

L: Gaby está vivo.

Anuncia con la cara llena de rastros de haber llorado por mucho rato.

L: No cogió el avión.

Insiste tras nuestras incrédulas miradas.

L: ¿Ninguno de vosotros habéis mirado el teléfono?

Señala su aparato con el whatsapp abierto.

L: Malú, lleva tiempo llamándote.

Me mira.

L: Y a vosotros también.

Intercala su mirada entre sus padres y Alba.

L: ¡Que Gaby está bien, joder!

Corro a nuestra habitación donde creo que dejé el móvil hace ya horas. Le marco hecha un mar de lágrimas.

+ Bonita.

Escucho su voz y siento como mi corazón late acelerado, buscando salirse de su cavidad para encontrarse con el suyo. La pesadez con la que llevaba haciéndolo las últimas horas me abandona y ahora va por libre.

No puedo evitar gimotear como una niña, incapaz de pronunciar alguna palabra.

+ Hola, mi vida.

Su voz suena tan dulce.

+ No me llores, pequeña, que me matas.

- Te amo.

Prometo con dificultad.

+ Yo si que te amo, y estoy deseando estar en casa contigo y las chicas.

Vuelvo a llorar. Algo tan simple hace solo unos minutos me parecía un sueño imposible de cumplir.

+ Estamos buscando algún boleto para hoy, ¿vale, cariño?

- En Ave.

+ ¿Qué?

- No más sustos.

Apenas me sale un hilo de voz.

+ Pequeña, no puedes cogerle manía a los aviones. Tendrás que usarlos por trabajo, yo también, vacaciones, nuestra luna de miel...

- Lo sé.

Interrumpo.

- Pero no hoy.

Imploro.

+ Está bien. Buscaré en el ave.

- Gracias.

A: Mamá.

Toca a la puerta, sus mejillas están rojas al igual que sus ojos.

A: ¿Puedo hablar con papá?

Pregunta tímidamente. No quiero dejar de hablar con él hasta encontrarme entre sus brazos, pero no puedo negarle ese ratito a Alba.

- Claro.

Sonrío tendiéndole mi móvil.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora