Capitulo 728

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Narra Gaby

- Me quiero morir.

Se queja al escuchar a Sofía volver a llorar. Las dos están con fiebre y se han despertado varías veces en la noche. Malú con pesadillas y la enana súper quejica.

- Va a explotarme la cabeza.

Apenas abre los ojos.

+ Me ocupo de Sofi y te subo una pastilla.

Cojo a nuestra bebé de la cuna improvisada que he instalado en nuestra habitación. Ella ya duerme en la suya, pero hoy hemos decidido volver a tenerla de inquilina.

+ Ven con papá, princesa.

La acuno entre mis brazos para bajarla. Aún es muy pronto para que despierte a sus hermanas y creo que Malú necesita desesperadamente dormir un par de horas del tirón, por lo que vuelvo a mi plan del principio de la noche, tumbarme junto a Sofi en la habitación de invitados y cantarle algunas nanas hasta que se vuelva a dormir.

+ Ya cielo.

Vuelvo a colocarle el chupete y canturreo consiguiendo que caiga. Lucho por no hacerlo con ella, yo también estoy agotado, pero acabo por incorporarme y rebusco entre los remedios para subirle algo a Malú.

+ Pequeña.

Corro hacia ella encontrándola abocada en la taza del váter.

+ ¿Ya está?

Hace una mueca de asco y se enjuaga la boca.

- Me encuentro fatal.

Se lamenta con los ojos brillantes de más.

+ Tomate esto.

Le cedo la pastilla, tendiéndole con ella un vaso de agua.

- ¿Y Sofi?

+ La he dormido abajo, voy a quedarme con ella, así tú podrás descansar.

Veo como intenta esbozar una sonrisa que apenas le sale.

- No hace falta, tú también estarás agotado, te hemos dado guerra toda la noche.

+ Que va.

Resto importancia.

+ Túmbate, anda.

La acompaño hasta nuestra cama.

- Encima las nenas van a despertarse en nada.

Protesta mirando el reloj.

+ Yo me ocupo de ellas.

Esta tan candada que acepta sin rechistar y para cuando salgo de nuestra habitación ya está profundamente dormida.

+ Shhh.

Susurro. Sofía se remueve cuando quiero tumbarme a su lado. Yo también caigo rendido.

~ Papi.

Entorno los ojos exhausto. No puede ser que el día empiece ya.

~ Papi, despiértate.

Me zarandea con la fuerza de una niña de siete años. No me hace daño, pero si consigue tener toda mi atención.

+ ¿Qué pasar Cami? ¿Qué hora es?

Miro mi móvil.

+ Son las seis, todavía es pronto, vamos a descansar un poquito más.

Suplico. No han pasado ni dos horas desde que cerré los ojos.

~ Es que me desperté con un ruido.

Me cuenta asustada.

~ Y fui a buscaros, pero mamá está durmiendo en el suelo de vuestra habitación.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora