Capitulo 652

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V: No le hagas mucho caso.

Musita en mi oído al darme un abrazo de despedida. Su pequeña maleta está junto al recibidor, lista para dar por finalizada su visita express a Madrid.

V: Ya sabes como es.

Me recuerda.

+ Dale mis recuerdos a Asier, y un beso a Carla.

Pido al separarnos. Es mi chica la que sale con ella. El taxi que la llevara al aeropuerto la espera fuera de casa.

..

.

+ Tenemos que hablar.

Digo serio al entrar nuevamente en nuestra habitación. Ella se está quitando la ropa con la puerta del baño entornada.

Narra Malú

Me envuelvo en el albornoz dispuesta a escucharle. No merezco sus maneras, pero ya no aguanto más con esta guerra fría que no tiene ningún sentido. Los dos queremos lo mejor para nuestras hijas y hablando se entiende la gente.

- Lo siento.

Esta vez soy yo la que empieza por las disculpas.

- No he sabido cómo hacerlo mejor.

Admito.

- Sé lo importante que es Carmen para ti, y que mereces enterarte de lo que le pasa.

Me siento en la cama, acortando la distancia que hay entre nosotros, aunque no sea realmente física.

- Pero me ha pedido que le guarde el secreto.

+ Has hecho bien.

Resopla abatido.

+ No tenias derecho a contarme algo que Carmen te pidió que no me dijeras.

Se lamenta y un prolongado silencio se apodera de nosotros, hasta que es el mismo el encargado de romperlo.

+ Ayer estuve hablando con ella.

Apoyo mi mano sobre la suya, temerosa de que la aparte. Este tema ajeno a nosotros nos ha traído demasiadas discusiones. Me siento aliviada cuando gira la suya para entrelazar nuestros dedos. Ahora sí creo que la distancia empieza a disiparse.

+ Va a irse.

Sentencia.

- Pero si hoy tiene la cita con el médico, todavía no está dicha la última palabra.

+ Yo también se lo he dicho, pero es muy cabezota.

Asegura apenado.

+ Y no se siente capaz de quedarse a solas con las chicas, ya no.

Me mira intensamente soltando una bocanada de aire cargado de amargura.

+ Y sabe que tú necesitas a alguien que lo haga urgentemente.

Suspiro. No puedo negarlo. He contado con la ayuda de nuestras madres y me he llevado a las niñas, especialmente a Sofía más de alguna vez al trabajo, pero nos atrasa a todos, y no es justo para mis compañeros.

- Sí.

Advierto tímidamente.

- Tendremos que ponernos a buscar a alguien que sea de nuestra confianza.

+ La hemos encontrado.

Solo el amor nos salvará (cuarta parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora