El socio de mi padre Cap 199 en adelante

Capítulo 213

Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

Los celos me llevaron a cometer una tontería, había hecho mía a Amaia de un modo muy intenso, arrebatado y muy dominante. A ella nada de eso le gustaba, ella odiaba cuando yo no era lo suficientemente sentimental con ella y hasta ahora que nos estamos acomodando la ropa, caigo en cuenta de eso, que la he regado y de un modo fatal con ella.

El coraje me llevó a salirme del baño y dejarla ahí dentro llorando sola. Esperé afuera como león enjaulado y en cuanto Amaia salió del baño llorando desconsolada, la quise abrazar y ella rechazó totalmente mi contacto, era lógico lo que yo le había hecho no tenía nombre, fui un salvaje lleno de celos.

–Amaia, lo siento mucho – Le dije alterado – Perdóname cariño, no sé en lo que estaba pensando.

Sé que no hay excusa para la forma en que me he comportado, estaba cegado por los celos, no sé qué fue lo que me pasó cuando vi que Cristóbal empezó a besar a Amaia y ella le correspondía, ella no tenía que haber aceptado ese beso, eso no era lo que se había planeado.

–Yo sí sé exactamente en lo que estabas pensando Axel – Rebatió – No tienes nada que disculparte, la culpa es toda mía y lo digo por todo.

Ella no me podía estar diciendo eso, yo la amo, y no tiene la culpa de nada, solo yo por no medir lo que hacía, ella me tiene que perdonar, fui un estúpido al dejar que los celos me gobernaran. No iba a permitir que se fuera de ese modo, me duele haberle provocado todo esto.

–Por favor, preciosa. No te puedes ir así – La arrinconé en la pared del baño y ella estaba llorando desconsolada – No quise hacer esto así, te lo juro.

Tenía que evitar que ella se fuera con esta fea impresión de mí, he sido de lo peor, pero yo no lo quise hacer, todo se había escapado de mi lógica, me he convertido en algo que dije que no me convertiría nunca, yo la había forzado, la había denigrado y me arrepiento de haber hecho tal cosa.

–Eso ya no importa, tenemos que regresar con los demás. Axel, por favor, hazte a un lado.

Pensé mil cosas en esos momentos, pensé en rebatirle a ella lo de hacerme a un lado, pero fue algo que simplemente no pude hacer. Yo tenía que actuar normal y no me podía tardar perdido con ella tanto tiempo, menos después de todo lo que estábamos montando para que todos creyeran la versión oficial que la güera y yo, éramos amantes.

Amaia salió primero del interior de la casa de Bin Laden, una vez que se secó las lágrimas, y cuando yo hice lo mismo, la güera me atrajo hacia ella y me besó, que era lo mismo que Amaia estaba haciendo con Cris. Odiaba que él pusiera sus manos en mi mujer y que la besara, teníamos que irnos de aquí, esto yo no podía soportarlo.

–Ivanna, debo felicitarte – Ale, ya estaba muy tomada – Has ganado la partida y te has quedado con el mejor conciliador de la firma.

A ella no le quedaba de otra que aceptar que entre Ivanna y yo había una relación, y que ya no se podía meter conmigo buscando obtener algo de mí, a Ale se le notaba la envidia en sus palabras, ella no estaba contenta con esto que estaba presenciando.

–No he ganado nada, Ale – Rebatió Ivanna – Lo de Axel y yo, es algo que simplemente se dio y gracias por felicitarme.

Me gustaban las respuestas de la güera, porque definitivamente esto no era una competencia, Ale siempre queriendo maximizar las cosas, y también poniéndome como si yo fuera un trofeo por el cual tuvo que competir, esta mujer no medía sus palabras, pero la güera siempre la dejaba callada, pero esta vez Ale tenía muchas cosas que decir.

–Lo digo en serio, he pasado mucho tiempo queriendo estar con él y no lo he logrado – Admitió Ale – Admito que ha ganado alguien más perra y más cínica de lo que soy yo.

Era una desvergonzada, no le importaba admitir delante de todos que me ha acosado durante mucho tiempo queriendo tener algo conmigo sin poder lograrlo. Y seguía después con los insultos, pero yo conozco a Ivanna y eso ni siquiera la va a molestar.

–Gracias por eso, lo tendré en cuenta Ale y lo siento si tú nunca lograste nada con Axel, en el amor no se manda.

Le estaba rebatiendo con contundencia, Ale no sabía con quién se estaba metiendo, la güera tiene muy buenos argumentos, pues era la verdad en el amor no se manda y por más que ella quiera nunca va a tener nada conmigo, yo solo la quiero como el amigo que soy.

–Y tú, Axel, no puedo creer que después de tanto negar lo de ustedes, al fin lo admitas – Ale me miró con odio – No sé, lo que le viste a Ivanna y bueno, ese es tu problema, suerte cuando lo sepa tu mujer.

A Ale aún no le quedaba claro de que iba el asunto, no me interesaba si estaba guapa, si era mejor en la cama que cualquier otra, a mí nunca me había interesado y punto, y ya yo vería cómo solucionar mis cosas con Cecilia, mis asuntos personales los solucionaba yo, y ella que se metiera en los suyos.

–Ale, como amigos, socios y colegas que somos te pido que no te metas en mi vida – Le supliqué – Por favor, que yo no me meto en la tuya.

Estaba empezando a molestarme es actitud que ella siempre tenía con respecto a mi vida privada, como si tuviera el derecho a opinar en algo en lo que no se le había pedido su opinión. Que viera su vida y no la de los demás.

–Ya te has metido, Gustavo y yo estamos por firmar el divorcio – Me soltó – Si no me crees, pregúntale a él mismo.

Yo no tenía nada que preguntarle a Gustavo, ni a nadie. Sabía que eso era verdad, no era ningún secreto que la hija mayor de Mauricio, se estaba divorciando de su esposo y era algo contra lo que yo no podía hacer nada, absolutamente nada. Que le fuera bien a Ale con sus decisiones, y que no me metiera a mí en sus locuras, yo no le he pedido que se divorcie, pues ella nunca me ha interesado.

La güera y yo, estábamos en el mismo canal y parecía que ambos queríamos acabar con esto e irnos de lo de Bin Laden, yo no soportaba ver a Amaia estar con Cris y a la güera, le pasaba lo mismo, pero Amaia ya no permitió que Cris la volviera besar. Seguían hablando como si nada, y yo sé que Amaia se estaba muriendo por dentro por lo que pasó hace unos momentos.